Capítulo 1. Benjamín Salinas Westrup. (Segunda parte)


Joel tenía un viaje pendiente en Europa. Benjamín por su parte comenzó a trabajar en los cimientos de sus ideas intercalando sus horas laborales con su función de tenedor de libros para don Jesús M. Montemayor.

En el corralón monto un taller y quiso formalizarlo invitando a su regreso a Joel para invertir. Benjamín tenía en mente aquella cama traída de Laredo, por lo que consiguió a un herrero iniciando su taller de fundición. En el lugar, comenzó a idear junto con el herrero el proceso de ensamblaje y fundición de las uniones de la cama.

Para tal efecto le pidió prestado a su tía Dolores, la hermana de Jesús María Salinas Garza. El monto solicitado a su tía era de 2000 pesos oro.

Les había tomado año y medio formalizar la producción y clientela. El siguiente paso era formalizar el negocio. Benjamín apenas contaba con 21 años.

La compañía se llamó Benjamín Salinas y Cía. El motivo del nombre era por costumbre. Benjamín representaba ante la sociedad la fabricación, por ende el nombre. Joel por su parte no contaba con algo de referencia debido a que él se encargaría de las relaciones públicas.

El primer sobre membretado, hacía referencia a la empresa “Fundición de Fierro y Bronce Benjamín Salinas y Cía.”.

Cierto día su primo, hijo de Thomas Martin Westrup, -este hijo de John y esposo de Justina Barocio Ondarza,- paso por el taller donde Benjamín veía aquel sobre con toda ilusión.

- ¡Washington! Préstame tu bicicleta.

Benjamín se dirigió apresurado a su domicilio. Agitado, llego con Elisa mostrándole el sobre en completa emoción.

- Esto que ves aquí Lichita, es la seguridad para ti y para el niño.

Ya había nacido Hugo, aquel pequeño que con toda la influencia de su padre había creado una fábrica de televisores a la que llamo Elektra. Su hijo, Hugo Salinas Price, le había dado crecimiento a la empresa convirtiéndola en la elektra que conocemos hoy en día.

Para 1909 las camas fabricadas por Benjamín ya eran conocidas en todo Nuevo León y los estados vecinos al mismo.

El clima político no pintaba bien para el padre de Alfonso Reyes, quien se dio una escapada a Galeana para airarse de los problemas que se le venían encima. Coincidió un fuerte incendio en Monterrey que incinero toda una manzana en la creciente ciudad.

Pasado Julio, vino el aterrador agosto. Lo que sería una lluvia más en la ciudad, se había convertido en uno de los 10 huracanes más mortíferos en la historia del planeta. Murieron entre 4 y 5 mil personas. La mayoría por el desbordamiento del Santa Catarina que había arrasado gran parte del barrio San Luisito. El costo total de los daños en donde pasó, fue de 1.3 mil millones de dólares. Todo, mientras Bernardo Reyes se encontraba fuera de la ciudad.

En campaña, Francisco I. Madero reunió en la Alameda de Monterrey a 10 mil personas. La Alameda ya se le conocía como Alameda Porfirio Díaz. Fue una de las tantas Alamedas que se renovó en el país con motivos del festejo de la Batalla del 2 de abril (La segunda Batalla de Puebla olvidada por la historia y que quería imponer Díaz ya que el había sido el héroe de la misma).

Tras la represión gubernamental de aquella manifestación, Francisco I. Madero queda prisionero y trasladado a la prisión de San Luis Potosí. Su esposa, intercedió con el entonces Secretario de Hacienda quien era amigo de la familia por las múltiples razones comerciales de la misma. Si bien los Madero crecieron en la administración de Porfirio Díaz, Francisco I. Madero y su hermano Gustavo A. Madero diferían de la familia. Debido a la intervención del Secretario de Hacienda, Francisco I. Madero es liberado con la consigna de que no podrá salir de San Luis Potosí. Madero escapa de San Luis y se dirige a Texas donde escribe el Plan de San Luis, el cual dará comienzo el 20 de noviembre.

A la llegada de la Revolución, Jesús María Salinas hijo se retira de Saltillo donde había fundado los Nuevos Almacenes de Camas y la Fábrica de Pastas Reynera. Lo acompaña Marietta Russildi y su hija para irse a radicar a Harlingen Texas.

Volvamos a la época de la inundación de 1909.

Tras la tragedia, Thomas Westrup albergo a algunos damnificados, dentro de los que se encontraba la joven Josefina García. Josefina termino casándose con Alcides, hijo de Tomas Audente Barocio Ondarza, hermano de Zenaida y de Justina. La joven y hermosa Josefina García, término siendo parte importante de la Primera Iglesia Bautista de San Antonio Texas.

Poco antes de cumplirse dos meses después de la inundación, Thomas Westrup falleció. Su sangre viajo mucho. Su abuelo Abraham de Dinamarca se fue a Inglaterra, donde conoció a Elizabeth que venía de Holanda. Gestaron a sus 6 hijos, entre ellos John, que junto con Catherine Andrews cruzaron el Atlántico para hacer vida en Querétaro terminando en Monterrey.

Considerado como el “Padre de la Himnologia Mexicana” por su origen Bautista, Thomas fundo infinidad de iglesias. Su gran amigo termino de Gobernador de San Luis y de Nuevo León. El héroe de Galeana Nuevo León y amigo de Thomas, se le había adelantado en 1902.

Aquella amistad seria contada por el pequeño Aarón Lozano.

¡Tomas! - ¡Mariano!

Es en otoño de 1909 cuando Joel Rocha se dirige a Chicago para trabajar de obrero en una fábrica de muebles. La idea es, investigar el proceso de elaboración de camas de metal y otros muebles con la finalidad de traer la tecnología a Monterrey para el negocio que había comenzado con su cuñado Benjamín.

Al entrar las nuevas autoridades, rompieron por completo con todos aquellos que mostraban signos de cercanías a Bernardo Reyes. El esposo de Orelia, Fortunato Lozano, el cual impartía clases en la Normal fue despedido. Lo mismo le sucedió a su cuñado Joel Rocha que ya daba clases en la misma. A pesar del reclamo del estudiantado al actual Gobernador, sus suplicas no fueron escuchadas.

Aquel despido motivo a que Joel Rocha se dedicara por completo a la fábrica de camas. Fortunato por su parte se unió al trabajo de Benjamín Salinas y Joel Rocha, terminando en Tampico en una empresa relacionada con los socios la cual se llamaba “La Ribera, Empresa y Agencia de Camas”.

Un día antes de que Madero entrara a la ciudad de México, fallecía la maestra Rosa Salinas, la hermana de Jesús María Salinas y tía de Benjamín. No pudo apreciar la entrada triunfal a Monterrey del Presidente Francisco I. Madero. Todos los Rocha y Salinas fueron a recibir la llegada del mandatario a la ciudad; aquella ciudad del gobierno represor de Bernardo Reyes que desencadeno el mayor conflicto armado de la Republica.

Sobre la calle Zaragoza, donde vivía Benjamín y Elisa, también vivían adjuntos a la vivienda los Rocha Barocio, además de Orelia y su familia.

Héctor el hijo de Orelia, se escabullaba traviesamente y sin permiso en las calles de Monterrey, acompañando a las diversas escuadras que conformaban el ejército federal.

La ciudad se encuentra en estado de sitio. Las tropas de la División del Noreste comandada por Pablo González, se había abierto paso a través de Salinas, Santiago y Cadereyta. Las batallas de Topo Chico y de la Hacienda del Canadá, daban pie al estado de guerra en la que se encontraba la ciudad.

Los pequeños lo sabían. Ya se habían acostumbrado a ver las barricadas levantadas por todo Monterrey. El pequeño Héctor gustaba de convivir con los Federales, mientras Hugo se entretenía con sus juguetes.

Fue una mañana, mientras Hugo jugaba con sus soldaditos de plomo.

PUM…..

El cañoneo comenzó. Las tropas de González se prestan a tomar la estación Del Golfo. La calle Zaragoza donde viven los Salinas Rocha es el centro de avance. El padre de Elisa ha tomado medidas, ha tapado todas las ventanas con colchones y madera. Elisa asustada corre por su pequeño entre los patios.

(Silbido)

PUM…

La batalla de los soldaditos de plomo de Hugo, se ha vuelto real. Un obús ha dado en el barandal de la casa. Entre polvo, sillones rotos y la sala destruida, Hugo corre al patio para encontrarse a su madre.

Abrazándolo, Elisa corre a lo de su padre Francisco brincando entre la barda que divide las viviendas. En el lugar, también se encuentra Orelia y sus pequeños.

Al recrudecerse la batalla por Monterrey, Francisco Rocha, hijos y nietos se refugian en casa de su cuñado Elías Barocio Ondarza, la cual se encontraba sobre la calle Ocampo, cerca de la catedral.

Aarón Lozano, -casado con Amalia, hermana de Orelia y Elisa-, se encuentra en su domicilio. Un vecino católico que ve con desagrado a los protestantes, denuncia que desde la casa de Aarón se estaban ejecutando disparos. Las tropas de González entran al domicilio no encontrando armas ni federales. Aarón Lozano es trasladado a la esquina de Héroes del 47 y Tapia para ser amarrado a un poste.

Es el 22 de abril de 1914. El grueso de la batalla por la toma de Monterrey se encuentra en la Fundición 2. A galope pasa un oficial Carrancista y al ver a Aarón amarrado al poste, le da vuelta a su caballo para dirigirse a sus subalternos.

- ¿Qué no se dan cuenta? Don Aarón es hermano de mi capitán Absalón Lozano. Si no saben distinguir entre amigos y enemigos mejor quédense en sus casas. Mucho ayuda quien no estorba.

Después de su liberación, manda a algunos de sus hijos para lo de Elías Barocio, donde estaba refugiada Elisa. En el lugar se encuentran los pequeños de la familia pasándosela en grande debido a la reunión de todos los primos. Ha llegado Benjamín quien platica de política junto a los demás adultos. Los niños, entre los costales de alimentos almacenados para aguantar la velada, fabrican trincheras para jugar a la guerra.

Entre aquellos niños se encuentra Héctor, el hijo de Orelia. El pequeño bribón un día comenzó a “sembrar” monedas para que los demás niños lo vieran. Convenció a Hugo en plantar monedas, ya que cosecharía más. El pequeño Hugo opto por hacerle caso destruyendo su pequeña alcancía. Héctor había hecho unos surcos donde Hugo depositaba su dinero.

Pasaron semanas en las que Hugo y los demás niños regaron aquellos surcos. En ellos, se dio una milpa que dio elotes. Hugo se dio cuenta que le tomaron el pelo. Nunca volvió a confiar en nadie. Ese espíritu se lo pasaría a su hijo Hugo Salinas Price, quien haría crecer a Elektra aislándose del Grupo Salinas y Rocha, posteriormente absorbido.

Tomas, el hijo menor del reverendo Thomas, se une a los Carrancistas para ser parte de la brigada médica de los Constitucionalistas.

Son tiempos en los que se rompen las relaciones entre Villa y Carranza. El joven Tomas es pasante de medicina. Se ha enamorado de una enfermera de nombre María Francisca Cisneros.

Tras la batalla de Celaya, Tomas es hecho prisionero por la División del Norte junto con dos compañeros médicos. El jefe de Los Dorados ordena su fusilamiento. Para suerte de Tomas, un médico que había sido maestro de Tomas en la escuela de medicina, lo reconoció intercediendo por el ante el General Villa. Se ordena la liberación para que trabaje en el lado de los Convencionistas pero este escapa uniéndose nuevamente a los Carrancistas.

Tras su desaparición, María Francisca Cisneros comienza su búsqueda. Se entera que la División del Norte se dirige para Aguascalientes. En la ciudad, vive Francisca Justina viuda de Westrup, la que sería su suegra. Es enterada por Justina que en la ciudad se encuentra Tomas, quien se esconde junto con sus dos compañeros en los talleres de ferrocarril quien controla su hermano Josué.

Casados por insistencia de Justina Ondarza, la intrépida pareja se dirige a Parras Coahuila acompañando al ejército Constitucionalista. La brigada médica se instaló en la fábrica de hilados y tejidos “La Estrella”. La zona es atacada por los Villistas. Del edificio donde se encontraba Tomas junto con otros compañeros, sale un grupo de hombres. Uno de ellos se dirige a rumbo contrario a los demás y cae herido. Desde una ventana Francisca lo mira. Quiere salir a prestarle ayuda por lo que se dirige a sus superiores a pedir permiso, ya que se les ha ordenado no salir hasta que los disparos cesen. Aquel hombre se quejó de sus heridas por más de tres horas. A la mañana siguiente tras apaciguarse los disparos, se dio la orden de que la brigada médica saliera a atender a los heridos. María Francisca Cisneros corrió hacia aquel hombre a prestarle auxilio. No sabía hasta ese momento, que el herido era su amado Tomas. Ya había muerto.

Benjamín Salinas Westrup se preocupaba por los materiales almacenados en la fábrica. Su primo Enrique Tomas Westrup Barocio, hermano de Aida, le ofreció ayuda.

- Tu siempre nos has ayudado sin pedírtelo primo. Permíteme que ahora yo haga algo por ti.

- No me vendrá mal tus oraciones Enrique. Le contesto Benjamín.

- ¿Me permites que sea con algo más?

- No sé qué se te ocurra.

- Tú déjalo en mis manos.

El primo Enrique era Cónsul honorario de Inglaterra. Su idea era proteger la fábrica con el escudo británico, así los combatientes no se atreverían a tocar las instalaciones. La ocurrencia de Enrique había surtido efecto, pero aun así las operaciones de la fábrica se vieron interrumpidas por no haber capacidad adquisitiva en la población.

Monterrey pasaba hambre, faltaban los alimentos por la guerra. Benjamín Salinas y Joel Rocha optaron por diversificar su asociación. Si el negocio era los alimentos, a los alimentos se dedicarían.

Benjamín se dirigió al Bajío con su chaleco confeccionado para ocultar monedas de oro. Compraría maíz, trigo y frijol. Tenía un presupuesto para la compra y el traslado, el cual se incrementaba debido a los sobornos a los maquinistas.

Joel también hizo lo propio ya que se turnaban. En una ocasión regresando a Monterrey el tren fue interceptado con la mercancía por las tropas Villistas. Joel Rocha termino prisionero.

Se determinó que sería fusilado. Estando preso horas antes de su ejecución su custodio resulto conocido, se trataba de un tipo que había sido su alumno en su etapa de maestro.

Aquel tipo lo libero en medio de la noche. Joel se dirigió a pie de San Luis a la ciudad de México. Semanas desaparecido, pudo llegar con barba crecida y zapatos deshechos al Ritz. En el hotel fue rechazado por su aspecto, pero convenció al administrador de hacer una llamada. Sus amistades arreglaron su estancia y regreso a Monterrey.

Cuando llego, mando avisar a Benjamín que al día siguiente se verían en la fábrica para comentarle su aventura. Tras la larga charla, Benjamín que era muy bromista le menciono.

- Oye Joel, ¿y todo eso se lo creyó Rosa?

Después del incidente Benjamín y Joel decidieron reabrir la fábrica. Los buenos ánimos se sentían en la ciudad, sobre todo después de la entrega de la Cervecería Cuauhtémoc a sus dueños.

En su primer día tras reabrir, Benjamín llego efusivo a casa.

- Ya empezamos de nuevo Lichita, y ahora si nada nos va a detener.

Jesús María Salinas Westrup regreso de los Estados Unidos, donde aprendió técnicas para la fabricación de colchones. Se unió con su padre para tal propósito, pero Jesús María Salinas Garza pronto fallecería por un padecimiento renal. Aquellos ojos verdes que a Alice habían enamorado, se cerraron.

Jesús María Salinas Westrup con las técnicas aprendidas, abrió la Fábrica de Colchones Salinas.

Benjamín y Joel decidieron hacer una empresa de empresas. Fue el inicio de lo que después se conoció como holding. Constituido por primera ocasión en el país por Gómez Morín, alfa fue el primer grupo empresarial bajo ese concepto. Benjamín y Joel se habían adelantado años a la visión del Grupo Monterrey. Fue de esa manera, en que se constituyó la empresa Salinas y Rocha el 28 de diciembre de 1917.

- ¿Y porque necesariamente esa fecha Benjamín? Pregunto Joel.

Benjamín le contesta con una sonrisa.

- Pues porque así podremos deshacernos de nuestros bilimbiques y hacer inocentes a los que nos lo reciban.

Cinco mil pesos aportaron cada uno de los socios para constituir Salinas y Rocha. El objetivo de esta sociedad, era establecer comercio en diferentes ciudades. Los viajes de ambos en la Revolución les habían mostrado las áreas de oportunidad que existían en la Republica.

Fueron años en que Benjamín se encontraba viajando para establecer las nuevas sucursales. Entre broma y seriedad, Elisa un día le pregunto casi por reproche a su ausencia.

- ¿Y a dónde va el negocio Benjamín?

- Pues para dónde va el tren Lichita.

CEO Crónicas. Vida y obra de los grandes capitanes de la industria regiomontana.

Benjamín Salinas Westrup.

Fin de segunda parte.

Basado en el libro “Mi Padre”, de Doña Irma Salinas Rocha.