Capítulo 10. Conflictos políticos; el ascenso del Nuevo Reino de León.

El domingo 25 de noviembre de 1990, Carlos Salinas de Gortari se paseaba por Monterrey junto con el Alcalde de la ciudad, Sócrates Rizzo García. Inauguraban obras municipales. No había necesidad de que el Presidente asistiera, pero ahí estaba, tramando algo que tiempo después la metrópoli se enteraría.

 

Por la noche, ambos partieron para Agualeguas Nuevo León, donde por la mañana, Salinas recibiría al Presidente de los Estados Unidos, George Bush padre. Nunca antes en la historia de los encuentros presidenciales, en toda América Latina, un presidente americano había sido recibido de tal manera.

 

Entre 200 y 300 mil personas se encontraban en la macro plaza esperando su recibimiento el martes 27. El Departamento de Estado Americano, había aceptado el encuentro en la famosa plaza con las masas, siempre y cuando se evitara el acarreo.

 

El responsable de la organización del encuentro en la ciudad, fue el mismo Sócrates Rizzo. A Jorge Treviño lo habían relegado y paso totalmente desapercibido en todo el encuentro entre naciones. Ya había sucedido ese desprecio de Salinas como cuando el Gilberto, mencionándole a su entrañable amigo Sócrates Rizzo, hacerse cargo de la reconstrucción: “Ahí te encargo Sócrates”.

 

Aquella noche del 27, Sócrates lucia feliz. Sonaban los fuegos artificiales y la prensa le preguntaba, que si cada destello era un voto para las elecciones a Gobernador, a lo que su rostro se regocijaba con mayor gusto.

 

Aquel despilfarro, sobrepasaba al realizado el 20 de abril de 1943, el mismo año en que entro en operaciones HYLSA de los Garza Sada, cuando la ciudad recibía la visita de uno de los mejores estadistas de todos los tiempos, Franklin Delano Roosevelt.

 

Rizzo había dado una caminata junto a Salinas la mañana del 27, y por la tarde, se reunían empresarios con Carlos Salinas donde se escuchaban las propuestas para la sucesión de Jorge Treviño, donde se mencionó, el nombre del Alcalde de Monterrey.

 

Los intereses al interior del PRI rechazaban tal nombre, proponiendo el de Graciano Bortoni, donde Don Alfonso Martínez Domínguez, cabildeaba tras la sombras a su favor.

 

Se escuchaba a Canavatti lejanamente. Era un político forjado plenamente en la localidad y tenía todas las de ganar, pero su cercanía con la CTM no le daba el voto de la presidencia, sobre todo, ya que el empresariado regiomontano no lo veía con buenos ojos.

 

La situación de Sócrates Rizzo era muy parecida. Bortoni filtraba la idea de que Sócrates había pertenecido al Grupo Espartaco, y por si fuera poco, para los que tenían memoria, Espartaco estaba ligado con la Liga 23 de Septiembre… si, aquellos que atentaron contra Don Eugenio Garza Sada.

 

Sócrates Rizzo García, había crecido políticamente de la mano de Carlos Salinas con quien había estudiado. Este, también había apoyado el ascenso de Jaime Rodríguez, pero en mucho menor grado quizás, por su heterosexualidad, o por recomendación del mismo Alfonso Martínez Domínguez

 

La Cofradía de la Mano Caída surgida en los Pinos, de donde Salinas ascendió a la Presidencia por surtirle carne a Miguel de la Madrid, había creado también el ascenso al poder de Zedillo, quien era conocido en la misma como “La Neta”, misma(o) quien no hizo nada por Rizzo en su caída tempestiva, por la relación aparente que tenía con Juan García Abrego, capturado en los límites de Juárez y Cadereyta Nuevo León.

 

Zedillo lo deja caer, a pesar de la promesa presidencial de respetar la autonomía de los Estados. Se da la versión de que la caída de Sócrates está vinculada con la extradición de García Abrego. Mas sin embargo los excesos de poder de Sócrates, son los que por lo general se piensa lo llevan a la exclusión política local.

 

Nunca desde su renuncia, Sócrates ha declarado algo al respecto. El periodismo local tampoco le ha preguntado, manteniéndose el tema en total hermetismo.

 

Si bien su administración fue un tanto pulcra, donde se construyó mucha obra y que dejo muy poca deuda, las administraciones subsecuentes como la de Benjamín Clariond, después la de su primo Fernando Canales y de su sustituto Fernando Elizondo, dejan mucho que desear.

 

El drama de los Salinas, donde Carlos terminaría en una huelga de hambre teatral en el número 8732 de la calle Baco, en la Fome 111 del barrio hostil de San Bernabé, tendría como función la queja de este por la captura de su hermano Raúl, acusado de ser el autor intelectual del asesinato de Francisco Ruiz Massieu, Secretario General del PRI, Diputado Federal y ahhh, también excuñado de Raúl. Donde según se dice, la causa fue por mandato de la hermana de Raúl, al pedirle a este que lo matara porque había incurrido en jotismos derivados al ser participe en la Cofradía de la Mano Caída.

 

Anyway…

 

Zedillo inicia la cacería contra los Salinas, y entre las patas es también llevado Sócrates.

 

Pasa el tiempo, y como  lo mencione con anterioridad, ninguna declaración por parte de su renuncia, salvo que sorprende a la prensa, que en pleno conflicto de violencia nacional a raíz de la lucha entre Cárteles, reconoce que el sistema está fallando debido a que el PRI anteriormente negociaba con los narcos. Brutal declaración, sobre todo cuando en su tiempo se le relacionaba con García Abrego y que aparentemente, su extradición, tenía que ver con su renuncia.

 

Aun hoy en día, es un enigma el porqué de la renuncia de Sócrates Rizzo. Quisiera creer, y lo planteo de manera teórica: a la salida de Salinas, lo que quedo del Grupo Monterrey, Alfa y FEMSA, toman venganza de quien aparentemente fuera parte del Grupo Espartaco, y a su vez, aprovechan la crisis para mover sus fichas y todo su aparato de influencias, donde colocan a Benjamín Clariond, para que lo sucediera su primo Fernando Canales y así pasar la batuta. No pensaron que al llegar Natividad Gonzales Parás, este haría convenio con el grupo contrario del Cártel del Golfo, los Zetas. Donde las fichas tomaban forma nuevamente creando hasta de chiripa, el movimiento “Independiente”.

 

25 de febrero del 2011. García Nuevo León.

 

El Estado mantiene una lucha cruenta entre varias facciones del Crimen Organizado. Los Beltrán controlan San Pedro, los Zetas la periferia y el Golfo, lucha contra los Zetas para mantener el control de centro de la metrópoli.

 

En García, en las primeras horas del día 25, un grupo de pandilleros hacen pintas. Un agente en formación para el grupo de reacción de la policía de García, los encara estando franco. Los pandilleros lo amenazan con denunciarlo con los Zetas y lo cumplen. Es la perfecta excusa para su secuestro. Los Zetas planean asesinar al Alcalde e imponer a alguien afín a ellos, aparentemente, con afiliación al PRD.

 

Dicho policía reporta su situación a la Central y al ver que no llegaba el grupo de extracción, trato de escapar de su captura por entre los techos de las viviendas vecinales.

 

Al mando del General Martínez, llega el grupo de reacción. Lo contactaron para que bajara de una de las viviendas. Ya un vehículo asediaba la acción y comenzó una fuerte balacera por las calles de García. Debido a que estaban en zona urbana, el grupo de elite en formación, obligo a sacar a los atacantes a despoblado. Por entre las calles, los atacantes seguían acechando a aquel grupo de adiestrados policías, que a duras penas podían con la extracción del compañero. Detenían el convoy a ciertas calles por que el tiroteo se recrudecía. El objetivo de la misión, era salvaguardarlo en las instalaciones del C-COP.

 

Al no tener la inteligencia necesaria del grupo de ataque, optaron por respetar la misión y no hacerles frente. Logran llegar a un campo abierto que se encuentra atrás de la tienda Merco, entre las avenidas Sor Juana Inés, Heberto Castillo y la calle Roble. Ahí les hicieron frente a un par de vehículos donde se transportaban los atacantes, contándose un total de 8 Sicarios.

 

Dan de baja a dos, e hirieron en el hombro izquierdo al líder de la célula, a quien le apodaban “El Chipiturco”.

 

El equipo de extracción se dirigió por la calle Roble rumbo a las instalaciones del C-COP, donde se  resguardaron mientras los atacantes rafageaban las instalaciones. Con vigías apostados en los techos y puntos clave de las instalaciones, los agresores optaron por la retirada.

 

Al Alcalde lo mantenían informado de los acontecimientos. Se enteró que había sido identificado en la agresión al líder de los atacantes, quien respondía al nombre de Francisco Javier Díaz Salinas alias “El Chipiturco”, ex policía de la corporación de García. A su vez, habían sido identificados dos de sus estacas. El Alcalde Jaime Rodríguez, dio a conocer por la mañana a los medios de comunicación los nombres y rostros para que la ciudadanía hiciese lo suyo al poder denunciarlos.

 

Todos los medios de comunicación, por obligación y ética se solidarizaron con las autoridades de García, menos el Grupo Televisa, quien su representante del noticiero matutino, Gregorio Martínez, opto por no dar la noticia por la “gravedad del asunto”. Parecía, que Noticieros Televisa no contaba con la ética necesaria que tanto pregonaba. Las empresas como Multimedios Televisión, así como TV Azteca, la difundieron prontamente el Alcalde les dio la noticia.

 

Por la mañana, el Alcalde se reunió con los policías de la corporación, a los que les insto sobre la captura, o información que llevara a ella de los delincuentes.

 

“¿Dónde está? Ustedes saben dónde está, hay que agarrarlo. ¿O no tenemos el valor para hacerlo, o voy por él?  Yo voy con ustedes, díganme donde esta ¿Quién tiene valor?”

 

Al medio día de ese viernes 25, el Alcalde se reuniría en el centro de la ciudad de Monterrey para una junta de trabajo en el Instituto de la Vivienda. Salió de la cabecera de García junto con su grupo de escoltas, sin ninguna novedad. Circulando por la  avenida Lincoln hacia Monterrey, en el cruce con el libramiento Noreste, antes de tomar el desnivel, el alcalde pudo notar un vehículo Audi en color azul marino, que venía del Este. El vehículo se incorporó a Lincoln en su lado Norte sin escatimar ninguna precaución en su velocidad.

 

“¡Mira ese carro!” Menciona extrañado.

 

Carlos Guevara, chofer y asistente del Alcalde, agarra el radio y alerta a los escoltas.

 

“¡Aguas con ese Audi que viene entrando del libramiento!”

 

Notan que el Audi se retorna bruscamente ya estando el convoy arriba del puente. Al momento se percatan que 2 vehículos más, vienen del lado Oeste incorporándose hacia el Sur de Lincoln. Les llegan de costado avisándoles con una ráfaga de metralleta. Al dispararle al convoy, inicia el aceleramiento de la unidad del Alcalde al igual que la de los escoltas.

 

El Alcalde Jaime Rodríguez estrena camioneta blindada. Un amigo le había conseguido una, debido a que un día atrás, la empresa de seguridad contratada por el Estado, le había quitado el vehículo blindado por falta de pago de la renta vencida.

 

Las diferencias políticas entre Medina y Rodríguez, venían enraizadas por la eterna amistad entre Rodríguez y Abel Guerra, quien había competido por la Gubernatura contra el ahijado político de Natividad Gonzales Parás, Medina. El retiro de dicha camioneta, quizás tiene doble fondo, ya sea por las diferencias, o por la supuesta cercanía entre el cártel de los Zetas y Medina, según las mantas publicadas de los capitales que había recibido para su campaña.

 

Aquel mediodía del viernes 25 de febrero del 2011, al momento de escucharse la ráfaga, una unidad de transito se incorporaba a Lincoln hacia el Sur, delante de los Sicarios. El agente se puso nervioso y paro su unidad dejándola en medio de la carretera.

 

Poco antes de llegar a la entrada de la colonia Las Lomas, aproximadamente a 1.83 kilómetros después de haber recibido los primeros disparos, el vehículo de los escoltas es alcanzado por las ráfagas. Debido a que tan solo contaba con blindaje táctico, los escoltas se cubren de los disparos perdiendo el control de la unidad, cruzándose el camellón de Lincoln y terminando en el despoblado que se encuentra enfrente de la colonia. Al ver la situación, el Alcalde le menciona a su chofer que regrese, ya que los atacantes se habían enfocado en el vehículo de los escoltas, más no en el del Alcalde; un gran error de los atacantes que supieron aprovechar.

 

El vehículo del Alcalde se adentra al despoblado y cubrieron el vehículo de los escoltas para que disparasen con más protección. Los Sicarios por su parte, se habían parapetado cerca de la  fachada de recepción de la colonia Las Lomas.

 

A pesar de que los escoltas estaban usando una táctica de protección, los Sicarios comienzan la retirada. Estaban tan presos del terror, que optaron por agarrar a rehenes. Se trataba de una mujer y dos niños que transitaban por el lugar. Fue ahí cuando el Alcalde le pidió a su gente que dejaran de repeler el ataque.

 

Una unidad de los Sicarios emprendió la huida.  Los escoltas ya para entonces habían abatido a 3 delincuentes. Los atacantes, dejaron libre a la mujer y sus hijos. Dos más se refugiaron en una alcantarilla pluvial que cruzaba la avenida Lincoln. Se trataba de una mujer herida y un hombre.

 

Al pasar el tiempo, la pareja capturada pelearía su liberación en los tribunales, alegando que habían sido secuestrados y que todo había sido un montaje por parte del Alcalde de García.

 

Un mes después, el 29 de marzo, vuelven a atacar al Alcalde de García. En el transcurso de ese tiempo, varias mantas fueron plantadas en diversas plazas del municipio. Inclusive, una cabeza de cerdo se dejó con una leyenda dirigida al Alcalde que decía: “Así vas a quedar”.


Rumbo al Centro Histórico del Municipio por la Avenida Lincoln, Jaime Rodríguez acompañado por sus escoltas, mismos que conformaban un convoy de 3 vehículos, pasaron una rotonda que se encuentra sobre el camino

 

En el vehículo de avanzada, una Pick Up Cheyenne, en el que se dirigía el Alcalde con Carlos Guevara, Chofer y Jefe del Departamento Jurídico del Municipio. Detrás de ellos, lo seguían una camioneta Durango y una Pick Up RAM, donde se transportaban los escoltas.

 

Fue alrededor del kilómetro 5 desde la salida de la Colonia Valle de Lincoln, cuando Carlos Guevara por intuición, les menciono por radio a los vehículos de apoyo que se separasen del vehículo de avanzada. Los escoltas dejaron avanzar al vehículo donde se transportaba el Alcalde, quedando un poco rezagados sin perderle la vista al mismo. Un kilómetro más adelante, tanto el Alcalde como Carlos Guevara, se sorprenden al ver unos 10 vehículos que se encuentran frente a ellos desplegados a lo largo del camino. Todos sus ocupantes se encuentran en posición de tiro.

 

Los escoltas se sorprenden al escuchar por sus radios la voz alarmada de Guevara.

 

“¡Aguas aquí están, aguas bájense bájense rápido!”.

 

En ese momento, Guevara acelera el vehículo y pasa de largo a gran velocidad la emboscada.

 

Los escoltas no contaron con la misma suerte, son inhabilitados sus vehículos perdiendo el control de los mismos. La Durango termino sobre el acotamiento, y  la RAM colisiona con un poste sobre su lado derecho, terminando fuera de la carretera. Todos los escoltas se parapetan en el monte.

 

Al momento, tanto como el Ing. Rodríguez como Guevara, notaron que la emboscada se enfocó en los escoltas, y viendo que habían sido inhabilitados sus vehículos, cruzaron el camellón y emprendieron el regreso para apoyarlos.

 

El grupo de atacantes de alrededor de 10 vehículos, al notar que la Cheyenne que transportaba al Alcalde se regresaba, optaron por subirse a sus unidades y se dirigieron rumbo a la ciudad de Monterrey. Pasaron a los escoltas rafageandolos con todo el poderío de superioridad numérica que tenían, y establecieron un perímetro más adelante para volver a hacerles frente.  Al momento de establecer el perímetro, llegaron entre 3 y 4 vehículos uniéndoseles por el sentido en que circulaba el convoy del Alcalde.

 

No paso mucho tiempo en la batalla, que desde el casco de García llegaron 3 vehículos más y rodearon al Convoy estableciendo un fuego cruzado.

 

De la RAM de los escoltas, misma que transportaba a 3 de ellos, se posicionaron para combatir rumbo al sentido García – Monterrey, donde el vehículo había quedado colisionado en el poste. Por su parte, en la Durango viajaban 4 escoltas, 2 de ellos se enfocaron a disparar al sentido García – Monterrey, y 2 al sentido Monterrey – García, parapetándose estos últimos en el vehículo que transportaba al Alcalde, y los otros dos en la Durango que había quedado en el camellón.

 

Cerca de 25 minutos combatieron en dos frentes. Los movimientos desde que se deshabilitaron los vehículos, y el regreso a la zona de combate del vehículo que transportaba al Alcalde, se dieron muy rápido.

 

Por un lado, estaban los escoltas del Alcalde, quienes eran ex militares entrenados para la ocasión, tanto táctica como mentalmente, añadiéndole que estaban en una encrucijada siendo envueltos en dos frentes y peleaban por la supervivencia, debido a la gran superioridad numérica con que contaban los contrincantes de 7 a 1, añadiéndole que la capacidad de fuego era tan solo de 7 armas largas y una corta.

 

Por otro lado, se encontraba el crimen organizado, quien reuniendo a los sicarios más temidos de la metrópoli de Monterrey, ya que contaba en sus filas a muchos ex policías, y teniendo el apoyo de un grupo de sicarios de la ciudad de Guadalupe, no contaba con la preparación de tiro y  psicológica. Además, tenían la gran desventaja que cada quien temía por sus vidas no saliendo a descubierto muy seguido, protegiéndose debido a la superioridad numérica con que contaban, esperando que el compañero se arriesgase, antes que el propio lo hiciese.

 

Siendo así, los sicarios caían pausadamente en los largos minutos que parecían una eternidad tanto para el Alcalde, como para su chofer Carlos Guevara, que se mantuvieron en todo momento al interior del vehículo blindado. Uno a uno veían como arrastraban los cuerpos caídos a los vehículos, algunos de ellos saliendo los cuerpos de entre las ventanillas y cajas de las Pick Ups de los atacantes. Guevara, llamo tanto al Secretario de Seguridad del Municipio el General Manuel Martínez, como a su hermano y Jefe de la Policía de García para ponerlos al tanto de la situación

 

El grupo de escoltas administraba su parque tratando de dar cada uno de sus tiros con seguridad. Por otro lado estaban los sicarios, muchas de las veces disparando a discreción no apuntando con exactitud mostrando su falta de pericia y personalidad ante el evento. Uno de los escoltas fue herido en su hombro. Ya había sido demasiado el aguante como para que el grupo de escoltas saliera intacto de ese infierno.

 

La idea original, era aislar la camioneta del alcalde de su grupo de seguridad, para posteriormente atacarlo con AR-15 modificados con cartuchos de 100 tiros, mismos que portaban 2 sicarios que se lanzarían al techo de la camioneta, donde suponían que el blindaje era inferior.

 

Los sicarios no contaban que el vehículo del Alcalde se regresaría, y todo les estaba saliendo mal.

Percatándose de la cantidad de bajas, el grupo de atacantes que se encontraba en el sentido de García – Monterrey, emprendió la huida, no sin antes recoger los cuerpos de los caídos. Tal acción daba a entender que ahí se encontraba el operador de la logística del atentado, ya que después de ese movimiento, el grupo de atacantes más numeroso del sentido Monterrey – García, opto por la retirada. Falto poco para que al equipo de seguridad del alcalde se le acabase la munición, pero era el tiempo aproximado de respuesta del Ejército, lo que realmente ahuyento a los sicarios.

 

Fue en esa acción que desprendiéndose de la adrenalina generada por el evento, el escolta Agustín Matías Sánchez, apodado “El Suave”, y de apenas 26 años, salió al descubierto de su parapeto adentrándose al asfalto de la avenida Lincoln, exigiéndoles a los atacantes que regresasen a hacerles frente. Fue herido en su pierna por una de las últimas balas lanzadas al azar.

 

El grupo de sicarios se dirigió a la ciudad de Escobedo. El Fabuloso, jefe de la plaza de Santa Catarina, García, Escobedo y casi toda la periferia del norte de la metrópoli,  le llamaba con orgullo al Zorro, jefe de la plaza de Guadalupe, mismo que había prestado parte de su personal, para mencionarle que habían matado a 8 escoltas. Una falsedad, que comenzaba con las diferencias al interior del grupo delictivo.

 

El grupo de atacantes se reunió en la colonia Malvinas en Escobedo. Hicieron el recuento de los que se encontraban dando un total de 26. Habían partido esa tarde 49 hombres, 23 aparentemente yacían muertos. Agustín Matías Sánchez “El Suave”, perdía la vida al desangrarse camino al hospital.

 

El atentado pondrá en alerta a  gran parte de la sociedad de García. El alcalde se reunió con los jueces auxiliares, y los insto a hacer sinergia para fomentar la denuncia. Regalo celulares a los informantes a quienes los denomino “Águilas”, la contra para los “Halcones” del crimen organizado.

 

Fue un eco a nivel nacional, que el Alcalde de García haya sobrevivido a dos atentados en un mes. Los focos se centraron en él y lo supo aprovechar. Pronto la prensa internacional se interesaba en su experiencia y su nombre ya sonaba para quienes lo prepararían políticamente con las tendencias en el tema.

 

Mientras tanto, quien respondía al nombre de Luis Jesús Sarabia Ramón y/o José Luis Sarabia, alias Pepito Sarabia, Comandante Pepito, Diablo, o Z44, controlaba Coahuila, San Luis potosí y Nuevo León para el grupo de los Zetas. Este se refugiaba en los límites entre Coahuila y Nuevo León, por el rumbo de la histórica estación de ferrocarril, Paredón. Hacia sus festines en las Termas de San Joaquín, donde por hermetismo y privacidad, se reuniría años después el equipo de transición del Gobernador Electo Jaime Rodríguez Calderón, ex alcalde de García Nuevo León. El General Flores, pasaría a ser parte del gabinete de Medina como Secretario de Seguridad. Si, aquel que hizo lo posible siendo Comandante de la 7ma zona militar, para que el Z44 fuese entregado a los ministeriales.

 

Jaime Rodríguez, que había sido relegado de la elite priista local, tenía la única oportunidad política de sobresalir, si se lanzaba como candidato a Gobernador por el PRI. El partido no se lo permitiría. Impuesto por Natividad Gonzales Parás, Rodrigo Medina había amasado un poder sin igual. Sabia del riesgo que representaba para sus intereses Jaime Rodríguez, por lo que le cederían una Senaduría. Nunca había entrado en juego, pero su popularidad a raíz de los atentados, lo metían a la pelea. Precisamente la línea de la Senaduría, la seguía el crimen organizado, que afirmaba antes de los dos atentados, que Rodríguez Calderón se retiraría de la alcaldía para buscar ese puesto.

 

No existía nadie con el peso de Rodríguez Calderón, salvo Abel Guerra, quien era relegado después de haber sido sacado del juego contra Natividad Gonzales Parás. Jaime Rodríguez era de los muy pocos, que venían desde la escuela de Martínez Domínguez, e impulsado por el mismo Salinas de Gortari. Su carrera política terminaría con la alcaldía de García.

 

Rodríguez Calderón se mantuvo hasta el último momento fiel al PRI, al no poder cabildear a su favor, rompió con ellos. Para ese entonces ya había visto todas las cartas. Anaya lo visitaba para ver la posibilidad de que fuera su abanderado, un sueño que se convertiría la pesadilla de quizás hasta perder el registro del PT. El PRD no tenía cara después de las mantas y las cabezas de cerdos que le colocaron en García, aludiendo que eran del Cártel de los Zetas. El PAN dividido por sus nuevos grupos de poder, donde el empresariado había perdido mucha fuerza tras la corrupción en las filas del partido, había provocado deserciones. Estas eran cabildeadas por el mismo Fernando Canales, quien se entrevistaría con Jaime Rodríguez en vísperas de la campaña por la Gubernatura.

 

Fernando Elizondo tomaría el rumbo de Movimiento Ciudadano, y que gracias a Canales, supongo, se hizo el convenio con Rodríguez Calderón para ir juntos y de la mano, por el mandato.

 

El empresariado ya estaba adentro. Después de perderse tras la Gubernatura de Natividad Gonzales Parás, volvían al ruedo del mágico momento de transformar Nuevo León, alejándose del centro que quería arrasar con los capitales del proyecto Monterrey VI. Dicho proyecto lo cancelaria el Gobernador Electo Jaime Rodríguez, ya verían donde inyectar esos capitales o al menos, un pequeño porcentaje de los mismos.

 

Pero… ¿qué fue de Sócrates Rizzo García?

 

Bueno ahogado el niño, quería reparar el pozo. El 3 de julio del 2015, ya declarado Jaime Rodríguez Gobernador Electo, declaro mostrarse dispuesto para reunirse con él. Afirmaba que lo que importaba en la administración era la gobernanza, y que las finanzas era solo un asunto para los expertos. Decía: “Gobernanza, es un nuevo estilo de gobierno; son estilos de gobierno que se están experimentando en los países nórdicos que consideran que una gobernanza democrática, es la que se practica en las redes socales. El nuevo sistema de gobernanza, es aprovechar el apoderamiento ciudadano”.

 

Como dice Mauricio Fernández en su meme: “AAAAHHHH BIEN VERGA!!!”

 

Ahora, Sócrates se quería subir al carrito, y estudiaba sistemas políticos hasta nórdicos, donde inclusive era común el uso de la marihuana y que no por ello, el índice delictivo era alarmante.

 

Mauricio también se subía al carrito, después de sus declaraciones contra Rodríguez Calderón en campaña, mismo que alguna vez me afirmo, eran muy buenos amigos, así como también se consideraba con Abel Guerra.

 

El que también entro al ruedo fue Benjamín Clariond, que había atacado en campaña a Jaime Rodríguez mencionando: “Le va a dar en la madre a Nuevo León”.  Ahora declaraba ya ahogado el niño: “Es una tontera no apoyar al Bronco”.

 

Parecían calzón de putas, bajándose los calzones una y otra vez para quien tenía las riendas del porvenir del Estado.

 

Pero bueno, Abel Guerra seguía tras las sombras. En plural porque eran muchas, una de ellas Medina, que lo mantenía al margen dándole la alcaldía de Escobedo a su bella esposa Clara Luz. Aunque al parecer, Clara Luz se ganaba esa candidatura por el centro, gracias a una aparente relación de amistad con Peña Nieto; de ahí que Osorio Chong le llamara a Ismael Flores para que le bajara de huevos, por la imposición de su hijo para la alcaldía de Escobedo, amenazando que de lo contrario, la CTM de Nuevo León se alejaría del PRI.

 

El movimiento Independiente generado por Jaime Rodríguez Calderón, fue sistematizado desde su origen. Se crearon todas las armas posibles de propaganda: cine, redes sociales, entrevistas, etc. Jaime Rodríguez comenzó su campaña previa desde abajo, aun siendo militante del PRI. Visito lo que alguna vez fuese usado como refugio social, por Carlos Salinas en tiempos de su crisis familiar, San Bernabé. Se vio en la colonia Villas en Ciénega, en la Alianza Real en Escobedo, en reuniones con pequeños empresarios y medianos en quintas del norte de la metrópoli, se le vio en reuniones con el club de Leones, con el club Rotario, con la elite sampetrina, y hasta con los Masones. Toco todas las puertas de la sociedad, algunas se le cerraron, muchas otras se le abrieron, sobre todo de aquellos que conocían su trayectoria como alcalde de García, a razón de los atentados y sus intenciones para ser Gobernador. Expuso el “modelo García” en varios simposiums internacionales, premiado en Nueva York y reconocida su obra en Argentina y Colombia además de otros estados de la república. Ese rompecabezas que estaba formando, lo llevo a conocer al publicista Guillermo Rentería, que si bien muchos le reconocen su labor por el triunfo en la elección, era simplemente una cereza en el pastel, que le daba razón al triunfo, porque los conflictos de intereses, lo llevaron paso a paso, colocarse entre la simpatía del público. Los descalabros que le propinaban sus contrincantes, lo fortalecieron aun mas, donde Rentería no tenía cabida.

 

Jaime  Rodríguez Calderón, término haciéndose de muchos grupos de interés, inclusive ya a miras de un poder federal. Como los Garza Sada en su tiempo, Slim no perdía tiempo y tras bambalinas, lo apoyaba.

 

Era demasiado, Abel Guerra miraba de un lado a otro gritando en su habitación (escena melodramática)

 

En una entrevista con Calzada Política, declara que Jaime había crecido bajo el apadrinazgo de Carlos Salinas, advirtiendo antes de la entrevista, que el mismo Abel, es amigo de Jaime. A su vez, menciona que Jaime Rodríguez no es hechura de él, más si Ivonne, aquella que se hizo de la vista gorda de cuando los Zetas secuestraron a su hijo, donde el hermano de la entonces Alcaldesa de Guadalupe, jugo un papel importante. Abel Guerra también declara que 5 gobernadores priistas  habían financiado la campaña de Jaime Rodríguez, donde extrañamente después de ello, se ve cortada la entrevista. Afirma que Rodríguez capta el cambio social en la ciudadanía en base a las redes sociales, y que se aprovecha de ello, jugando un papel importante. También declara, que no cree que funcione ese tipo de Gobierno, totalmente en desacuerdo a lo que mencionaba Sócrates con respecto a las tendencias nórdicas.

 

Si alguien se quedó en el limbo de la cordura de cómo hacer política, fue Abel Guerra, que aparte de relegado, se echaba la soga al cuello con la declaración de los gobernadores priistas.

 

Si bien parte de lo que afirmaba tenía razón, contaba con un temple de envidia por lo que su amigo había logrado. Sus declaraciones, solo confirmaban que había sido excluido en los proyectos y programas de Jaime, debido a que no encajaba en la amalgama de personalidades, corporaciones e intereses, en lo que se habría de convertir la administración 2015 – 2021, de la gobernación del Estado.

 

La política regia era como aquella romana traicionera. Un día eras amigo, otro día compadre, otro día te excluían y si no sabías adaptarte o renovarte, te quedabas atrás; Eso le paso a Abel Guerra.  Siendo chisme o no, le comente a Jaime Rodríguez que había sido visto Guerra en el comité de campaña del PAN, cosa que lo puso en duda, sacándosela, ese mismo día en la cena que en casa de la esposa de Guerra, Clara Luz, se celebrara a razón de su cumpleaños aquella noche de enero del 2012.

 

Empecinado en no dejar su partido, el último dinosaurio del PRI estatal se mantenía firme. Hasta Sócrates Rizzo mantenía el temple, se agarraba los calzones pero no se los bajaba del todo, había sido advertido desde mucho tiempo atrás, provocando su renuncia. 

 

Los Zetas mantenían un convenio con el Golfo, aliados de los Beltrán y por ende, haciendo sinergia con Mauricio, mismo que se subía al carrito para promover la visita a Colombia, como todos los alcaldes electos; jugando a esa tendencia política donde se integraba en plenitud aparentemente, a la sociedad bajo el término Independiente.

 

Sócrates, después de aquella declaración del viernes 3 de julio, se mantenía en una esquina como cuando los españoles regañan a sus niños: “¡A LA ESQUINA A CALLAR, A LA ESQUINA A CALLAR!!!”. Ya se le había olvidado que en su administración, el líder del Cártel del Golfo, Juan García Abrego, había sido capturado en el Estado, y deportado a los iunaidets.

 

Comenzaba un nueva era para Nuevo León. Lejos quedo en la memoria, cuando el mentor de Jaime Rodríguez Calderón, Don Alfonso Martínez Domínguez, acabo con los plantíos de amapola y mariguana en la sierra del Estado. Ahora la tendencia era hacer acuerdos, que si no fuera por la boca de Sócrates, nadie se enteraría.

 

Benjamín Clariond, se amasaba las manos como Mr. Burns.

 

Fernando Elizondo se mantenía firme como Smithers.

 

Fernando Canales, se había convertido en el portavoz del empresariado regiomontano, y se perfilaba para moldear el nacional, ya logradas las reformas energéticas que tanto forjo; sin querer queriendo, a raíz de unos atentados por una parvada de delincuentes, lo hacían volver al ruedo.

 

Jaime Rodríguez Calderón, ponía la vista al horizonte de Nuevo León, buscando el bienestar del Estado tomando a consideración a la nación. Como Roosevelt, que veía el bienestar de su país, tomando a consideración a la humanidad… Pero bueno, cuestión de niveles. Habría que tomar las previsiones; Churchill aplico todo el rigor contra los comunistas en Yalta, pero Roosevelt no lo secundo, lo cual nos deja de elección, “que todo acto, no es necesariamente lo que aparenta”.

 

La tragedia social siempre viene seguida de un renacimiento de igual impacto que la caída. Tomemos en cuenta el cambio de postguerra de los alemanes y de los japoneses, estos últimos, que resurgen en mayor medida por el impacto social generado tras las bombas. Monterrey, tras la muerte de Don Eugenio, lo único que se provoca es que trabaje más, siendo una forma de compensar su legado. Surge la embestida del Gilberto, razón por la cual orgullosamente los regios sienten que pueden recuperarse de cualquier tempestad, hasta levantando la vista con orgullo. Nunca habían tenido un declive social de tan gran impacto, como la vivida tras el clima violento generado por los cárteles de la droga. Monterrey despierta por un héroe surgido al azar, tras unos atentados en los que sale librado debido a la falta de pericia de los atacantes.

 

Abel Guerra declaraba que el triunfo de Jaime Rodríguez, se debía gracias al impacto de las redes sociales, además de la desbandada del PRI y otra más del partido, que creían que tras Rodríguez Calderón, se encontraba Cristina Díaz y el mismo Abel Guerra. Los votantes de la clase media y alta, mencionaba, eran producto de su aleación con Fernando Elizondo. En esto último estaba del todo equivocado, la clase media y alta ya la tenía ganada incluso antes de la campaña.

 

Guerra tenía un resentimiento para con su “amigo” Jaime Rodríguez, decía que gano sin haber prometido nada, ni siquiera la construcción de una escuela. Esa forma de hacer política estaba caduca. Jaime Rodríguez había basado su campaña en el enojo de la gente, por lo que se centraría en pregonar contra la corrupción, y lo tenía que cumplir, a final de cuentas, es el origen de todos los problemas.

 

Surge así, el movimiento Independiente, que más que independiente, tenía un perfil. El perfil de los Independientes no era simplemente ir contra de los partidos, sino podar la administración pública, para que las nuevas generaciones tuviesen mejor sombra y protección a futuro, comenzando, el ascenso del Nuevo Reino de León…

 

Claro, siempre vigilados y tras la sombras, bajo la lupa de estas integras mujeres que aparecen en portada.

 

En memoria, a todos aquellos inocentes que sufrieron en la pasada tragedia social.

 

Crónicas de un Regio, septiembre 2015.

 

FIN.

 

Frases.

 

“Le va a dar en la madre a Nuevo León”. Benjamín Clariond.

 

“¡No seas cobarde cabron, no te retractes. Dijiste que nosotros éramos unos hijos de la chingada, ahora te conservas!”. Roberto Guajardo.

 

“Señores, vamos a encontrar el dialogo, nosotros no fuimos”. Porfirio Muñoz Ledo.

 

“Para tener la boca muy grande, hay que tener la cola chiquita”. Alejandro Junco de la Vega.

 

“Somos soldados del PRI”. Emilio Azcárraga Milmo.

 

“Aquí late un corazón, forjado con voluntad, amor y dignidad, que expresa la resistencia civil, ante los nefastos abusos de los poderosos. Un corazón indestructible, cálido, que trascenderá, como los ideales de El Barzón, esa es nuestra decisión”. Liliana flores Benavides. 13-10-1999.

 

“Puede que con el tiempo, surjan también algunos inconvenientes derivados de las sangres”. Irma Salinas Rocha.

 

“Primero, tienes que ir a las mejores universidades, sacar las mejores calificaciones, y trabajar más que los profesionales, porque tú eres un descendiente del fundador.” Dionisio Garza Sada.

 

“Quiero y puedo ser Director General de Cemex”. Lorenzo Zambrano.

 

“Yo te voy a hacer Gobernador, tú vas a ser mi Gobernador”. Mauricio Fernández.

 

“Entréguelo a la Ministerial”. General Alfredo Flores Gómez.

 

“Solamente como un paréntesis, somos amigos desde la universidad”. Abel Guerra.

 

“AAAAAAHHHH BIEN VERGA!!!”…

 

“Los mexicanos somos los únicos capaces de reímos de nuestra desgracia” Alex lora.