Capítulo 1. El Poder de la Información.

Cuando probamos un pollo en mole, por lo general decimos que esta bueno. La salsa nos gusta por nuestras raíces aztecas. El modo de prepararlo hace un gran cambio en la degustación. No es lo mismo cocer el pollo y que al servir verter la salsa, que mantener el pollo cociéndose junto con la salsa. La diferencia entre lo bueno y lo sabroso, radica en que siempre estará bien, y sabroso, solo cuando nos manchamos nuestros dedos salpicándonos de la sabrosa salsa.

 

Para el regio todo lo que se hace concerniente a la ciudad está bien. Mientras no vivamos de ello como contratistas, como aficionados al futbol, como burócratas, nunca será sabroso.

 

No todos asistieron al llamado a las armas cuando llegaron los americanos. “Estamos lejos, en que nos puede afectar”. Esa mentalidad la tenía el Escobedo de antaño y la Pesquería Grande, actual García.

 

A la llegada de la revolución el empresariado prefería comer de quien gobernaba la región, y no disfrutar del banquete nacional. No se tenía la mentalidad Coahuilense, quienes habían prácticamente comenzado la revuelta.

 

Éramos parte de lo bueno, pero nunca nos sabia sabroso. Teníamos un gran estadio de futbol, pero no todos lo disfrutaríamos; Con gran plusvalía, pero a costo de un área verde que hiciera de nuestra vida, un mole sabroso.

 

Las historias de conflictos de intereses comienzan básicamente con el papeleo y la burocracia. Papeleo que ahonde la pruebas incriminatorias y burocracia que desespere a las partes demandantes.

 

A media semana de la tercera de febrero de 1978, Bernardo Garza Sada se reúne con López Portillo en la ciudad de México. Tratan diversos temas, donde el más importante para Roberto, es el referente a los escritos que piensa plasmar en un libro la nuera de su hermano Roberto, Irma Salinas Rocha.

 

En los escritos de Irma Salinas, difunde con una serie de situaciones circunstanciales, además de algunas pláticas entre familia, que al parecer quien mando matar a Eugenio Garza Sada fue su propio suegro. Ello lo afirma también con las situaciones de conflicto de intereses, generadas a partir de la creación del Complejo Siderúrgico Las Truchas, en Michoacán. Mismas que si bien no le afectaban a Eugenio, si a Roberto como mayor accionista de HYLSA.

 

La influencia política de Eugenio tal pareciera la adoptaría posteriormente Bernardo, quien un día después de esa platica, un jueves firmaría la “Alianza por la Producción” con el Presidente de México. Para el sábado, la Policía Judicial hace presencia en Rio Guayalejo 101 cruz con calzada del Valle. Es la casa de Irma Salinas Rocha. Los agentes pretenden confiscar toda evidencia de esos escritos anulando así la posibilidad de su publicación, o más que eso, la intimidación de la Señora Irma. Sale una primera edición del libro pero el gobierno los confisca o los compra todos.

 

Al siguiente año muere Roberto Garza Sada, en 1979. Había engendrado entre otros a Roberto Garza Sada Junior. Irma por su parte fallece en diciembre del 2007, desde el 2000, sube a la red el libro y para el 2007, surge Wikileaks, portal donde se difundiría más el libro que décadas antes, fue censurado por la Presidencia de la Republica.

 

El 14 de agosto del 2010 el junior muere, dejando un fideicomiso del Grupo Industrial Alfa por más de 10 millones de acciones para sus hijos. Esto lo registro en Santander, bajo en numero 489990-0. Aquellos 10 millones de acciones se habían convertido en casi 37, calculándose el valor en poco más de mil millones de dólares pero tras la muerte del Junior, sus hijas indagan sus pertenencias y entran en pleito con su hermano Roberto Garza Delgado, albacea de la herencia. Posteriormente descubren que gran parte de esas acciones han desaparecido de Santander entrando  en un pleito legal.

 

Para el regio promedio los asuntos de pleitos entre el Jet Set local, siempre estarán buenos. Quizás por esa necesidad de quererse comparar por quienes tienen cierta influencia o poder. Aunque veamos lejos el tema, nos encanta, y se tornaría sabrosa, si participáramos en esos temas, en gran parte por la ventana que abre el Facebook, o la cercanía con el político rata venido de abajo.

 

La desaparición de acciones no era nada nuevo en Monterrey. Cuando se encontraba de viaje Rodolfo Junco de la Vega Gómez, sus hijos entraron a su domicilio y sustrajeron las acciones a su nombre de Editora El Sol, hoy El Norte y Reforma. Era la cuarta ocasión que el tema salía a relucir en un conflicto familiar que databa de principios de los 70s, y que precisamente Don Eugenio Garza Sada, en algo tuvo que ver con el origen del conflicto.

 

Resulta que Editora el Sol tiene sus orígenes en 1922, por Luis G. Sada. El empresario posteriormente en 38 funda El Norte junto con Rodolfo Junco Voigt.

 

Muere Luis G. Sada en los 40´s y el emporio Garza Sada controla el medio impreso colocando en los puestos estratégicos a personal de su confianza, por lo que Don Eugenio Garza Sada reclamaba su total propiedad. Los Junco por su parte querían comprar las acciones de los Sada a un precio módico. Es ahí donde comienza un pleito legal entre las dos partes, por lo que los Sada boicotean los anuncios comerciales en la prensa, obligando al periódico buscar patrocinadores en el sur de Texas, para solventar sus gastos corrientes.

 

Voigt designa en 1963 a su hijo administrador único del periódico El Norte, Rodolfo Junco de la Vega Gómez.

 

En el 71, Junco de la Vega Gómez junto a su esposa Elba Valeria, se encuentran de paseo en la feria de Houston, en medio de los pleitos legales. Se suben a un juego mecánico y al parecer, por accidente, la mujer cae de la atracción muriendo sin que Junco de la Vega Gómez pudiera hacer algo para salvarle la vida.

 

Grupo Monterrey en medio del conflicto legal, divulgo infundios en contra del viudo, suponiendo que el accidente había sido premeditado por Junco de la Vega Gómez, con el afán de asesinar a su esposa.

 

La situación paso por alto al ser comprobado ante la compañía de seguros el accidente, logrando cobrar Rodolfo Junco de la Vega 900 mil dólares por el seguro que cubría su antes esposa.

 

El error que cometió Rodolfo, fue que se presentó al poco tiempo a una junta de accionistas en la editora, junto con la compañía de una mujer, misma que muchos pensaban era su amante desde antes del accidente. En dicha junta, anuncio que se casaría con aquella mujer. Ello hizo enojar a los Voigt, provocando su despido en el 72. De inmediato, los enamorados se fueron a vivir a San Antonio.

 

Tras el asesinato de Don Eugenio Garza Sada en el 73 al parecer intelectualmente por su hermano Roberto, Bernardo su otro hermano, unos meses después vende las acciones en poder de Grupo Monterrey de El Norte, al precio fijado por los Junco.

 

Fue así que a finales del 73 Voigt le pasa el mando a sus nietos Rodolfo y Alejandro Junco de la Vega. El primero le vendió al segundo parte de sus acciones, por lo que Alejandro termino con el 75% de las acciones de la editora, para quedar como Presidente y director General.

 

Ese espíritu conservador de Doña Teresa, de despojar a su hijo cediéndoles la empresa a sus nietos, fue por el pronto casorio de Rodolfo Junco de la Vega Gómez con su amante.

 

Las relaciones entre el Grupo Monterrey y la editora fueron muy cordiales siempre creciendo a la par. Grupo Monterrey tras la muerte de Don Eugenio se dividió en Alfa y VISA, ahora FEMSA.

 

Posteriormente entrarían en guerra Editora el Sol con el Diario de Monterrey, hoy Milenio.

 

En sus primeros años como director, Alejandro usaba mucho la siguiente frase: “Para tener la boca muy grande, hay que tener la cola chiquita.” Nunca sabremos si aquella frase tendría que ver con la homosexualidad.

 

 

Porque la situación siempre ha estado buena, mas no sabrosa.