Capítulo 5. Eugenio Garza Sada. Séptima parte. HYLSA, y el proceso industrial que le dio renombre internacional.


Debido a la Segunda Guerra Mundial el acero escaseo en todo el mundo. Monterrey se quedó sin el y por ende Cervecería Cuauhtémoc sin el insumo para producir sus corcholatas; tapón que vino a sustituir el corcho en las cervezas.

Por tal motivo, VISA crea en junio de 1942 Hojalata y Lámina (HYLSA). Apenas con 179 trabajadores producen un acero tan malo que no es considerado para los fines por la cual fue creada, las corcholatas de la cervecería. Con el tiempo HYLSA mejora sus procesos.

Los accionistas fundadores por partes iguales son nombres que se repiten una y otra vez en la época, como emprendedores de industrias nuevas: Jesús Sada Muguerza, Roberto Garza Sada, José Calderón Muguerza, Roberto G. Sada, Antonio Muguerza, así como Eugenio Garza Sada.

La política de depender cada vez menos de los insumos extranjeros que se habían forjado los fundadores de Cervecería Cuauhtémoc, por azares del destino los habían encaminado incluso al acero.

No fue fácil fundar HYLSA sobre todo por las trabas que imponía el gobierno mexicano.

La historia nos enseña que los socios fundadores creaban lo que les hacía falta. Batallaron en principio con vidriera por las cuestiones tecnológicas (véase CEO Crónicas: Isaac Garza), crearon otras como TITAN, y con respecto a HYLSA los historiadores nos la quieren plantear de la misma manera, de que faltaba acero para las corcholatas pero la razón principal fue la diversificación.

La diversificación fue algo que aprendió y ejecuto muy bien Dionisio Garza Medina (Véase CEO Crónicas, Dionisio Garza), pero HYLSA en sí fue la primer diversificación a gran escala del Grupo Monterrey. FAMA, Vidriera Monterrey, TITAN, Cervecería Cuauhtémoc, etc., estaban relacionadas de una manera u otra al ramo cervecero. Por el lado de HYLSA si bien la excusa eran las corcholatas, a alguien de los socios fundadores (y desconozco quien) se le ocurrió crear HYLSA debido a la poca importación de acero de los americanos y sobre todo, para exportar el mismo a los estados unidos quienes acaparaban el acero para sus pertrechos y armamento.

No solo pensaban exportar acero a los Estados Unidos, sino la misma cerveza, pero tenían un gran problema, los aforos.

Tras el comienzo de la expropiación petrolera de 1938, se vino una devaluación del 35%. Aquella devaluación trajo como consecuencia los aforos a las exportaciones, situación que incomodaba al grupo por lo que una vez más, incurrieron en la asesoría de Gómez Morín.

El Secretario de Hacienda Eduardo Suárez Aránzolo determino que aquellos empresarios que se beneficiaran con la devaluación, deberían aportar 12% de las ganancias extras obtenidas por sus exportaciones. El Secretario llego a esa determinación debido a que los empresarios gastaban en pesos pero cobraban en dólares. El Estado también tomo en cuenta que se debían de dar subsidios a las importaciones cuando creyesen necesarios. Debido a lo anterior, Manuel Sánchez Cuen y Jesús Silva Herzog -este último compañero de Gómez Morín en la rotonda de personas ilustres-, elaboraron la Ley que creaba el Comité de Aforos y Subsidios al Comercio Exterior.

Son años en los que Roberto Garza Sada funge como Gerente de Cervecería Cuauhtémoc.

El 30 de julio de 1942, Roberto le manda una carta a Manuel Gómez Morín donde le plantea las ventajas de lidiar con Hacienda por el asunto de los aforos, y aprovechar la demanda de los Estados Unidos tanto de cerveza como de acero.

“Tenemos con la misma Secretaria gran interés en que se pudiera arreglar una rebaja radical o cancelación total de los aforos a la exportación de cerveza, pues como usted sabe, el gran aumento de consumo en E.U. y la escasez de materiales, especialmente de lámina, nos la posibilidad de hacer exportaciones por valores muy considerables”.

Es en 1941 cuando ya veían esa posibilidad de crear HYLSA. Pero si el ataque de Pearl Harbor fue el 7 de diciembre de 1941, quizás Grupo Monterrey tenía información privilegiada de que los Estados Unidos entrarían en guerra; Recordemos que ya los Estados Unidos sabían del inminente ataque y se dejaron atacar como excusa para entrar a la misma. Si bien la historia nos enseña lo que sabemos de qué fueron atacados y declararon la guerra, los diversos reportes de inteligencia y contraespionaje indican lo contrario.

En caso de que así fuese la fuga de información, quizás ese sea el primer indicio de relación entre los Rockefeller y el Grupo Monterrey.

Entre los problemas de crear HYLSA, también se les presento la importación de la maquinaria americana. Tenían que demostrar que dichas maquinas no serían utilizadas para crear maquinaria bélica, por lo que requirieron del apoyo de la Comisión México-Americana para dichos permisos.

Ahora bien, los Estados Unidos aun no estaban en guerra cuando ya Cervecería negociaba con Washington en 1941 la exportación de la maquinaria para México, medida que fue aprobada hasta 1942.

Arreglado el asunto con Washington, la Secretaria de Economía acredito a HYLSA como industria nueva, pero la Secretaria de Hacienda tenía aun sus reservas.

La acreditación de la Secretaria de Economía era importante, debido a que eran libres los impuestos de importación por maquinaria o insumos, impuestos sobre la renta, derechos de exportación, e impuestos del timbre por un periodo de 5 años.

HYLSA afirmaba que con 3 millones de pesos, podría producir 12 mil toneladas de hojalata anuales. Por su parte con un capital de 50 millones de pesos, Altos Hornos de México (AHMSA) producía 60 mil toneladas de las cuales 20 mil eran de hojalata, sumadas a otras siderúrgicas que producían 2 mil toneladas, daban en total 34 mil; pero el país solo consumía 15 mil toneladas al año quedando sobre producción. Es lo que temía la Secretaria de Hacienda, de que existiera sobre demanda y llevara al colapso de precios que acarrearía una quiebra para una o varias de las industrias del ramo.

Roberto temía que se aplicara la Ley de Saturación de la Industria, misma que entro en vigor en 1934. Dicha Ley permitía un monopolio siempre y cuando se viera amenazada o afectada por competencia ruinosa. Es en 1936 cuando el Congreso le dio poder al Presidente para que aplicara la Ley en caso de que una expansión en la industria pudiese dañar las relaciones obrero-patronales o al público.

En años en los que HYLSA se desarrollaba, existían 5 industrias determinadas como saturadas: Seda y rayón, cerillos, harina, hule y cigarros.

Afortunadamente nos encontramos en la época de Ávila Camacho y no en la de Lázaro Cárdenas. Es el 21 de octubre de 1942, cuando la Secretaria de Hacienda autoriza para su funcionamiento a Hojalata y Lámina, S.A.; aquel logro de gestión, se debe al gran trabajo que realizo Manuel Gómez Morín que incluso, pensó en ir hasta hablar con el Presidente para negociar.

Manuel Ávila Camacho llegaría a Monterrey el 18 de abril de 1943 para recibir a quien arribaría en secreto dos días después, Franklin Delano Roosevelt. Ambos mandatarios negociaran el asunto de los braceros y sobre todo, los pertrechos de guerra. (Recordemos que ya México le había declarado la guerra a las fuerzas del Eje)

Ese día 18 de abril de 1943, a pesar de ser domingo, Ávila Camacho fue recibido por el sonar de las campanas de las iglesias, los claxon de las locomotoras, así como los pitos de las fábricas. Estaba comenzando la nueva revolución industrial regiomontana; El gran beneficiario, la que se convertiría en la poderosa HYLSA, gran impulsora de la industrialización regiomontana en la segunda mitad del siglo XX.

En tiempos en que surge HYLSA, el Presidente del Consejo de Administración es Francisco G. Sada Muguerza, quien ocupa el cargo de 1937 a 1944. Ya antes de él se encontraba José Calderón Muguerza, quien había sustituido a Don Isaac Garza. Posterior a Francisco, José Calderón volvió a tomar el mando del 45 al 46.

Fue el mismo José Calderón Muguerza, quien cedió los terrenos para la construcción de HYLSA; precisamente donde se encontraba la Granja Sanitaria, aquella empresa que se lanzó en huelga cuando el asunto de Vidriera Monterrey-Cárdenas-Acción Cívica Nacionalista.

Corre el año de 1943 cuando los cimientos del Tecnológico de Monterrey se gestan a la par de HYLSA, gracias a la ferviente necesidad del empresariado de modernizarse y no caer en la mano de obra extranjera para su desarrollo tecnológico, tan ocupada por la industria bélica.

En 1946 Don Eugenio Garza Sada invita a ser parte del ITESM al Ing. graduado del MIT, Juan Celada Salmón, quien ingresa en 1952 a HYLSA como Jefe de Ingeniería. Al siguiente año, comienza junto a un grupo de trabajadores y científicos sus investigaciones para desarrollar un nuevo proceso siderúrgico al que llamaron HYL, por HYLSA. El proceso consistía en la reducción directa del mineral de hierro, en el cual se eliminan los elementos residuales que afectan a la calidad del acero. Básicamente consiste en reducir la cantidad de oxígeno en el hierro aplicando hidrogeno y monóxido de carbono a 800°, provocando la oxidación generando H2O y CO2. Conforme se desarrolla el proceso, el óxido de hierro se reduce Fe2 O3, Fe3 O4, Fe O, quedando al final Fe. El material resultante son unas bolas porosas a las que llamaron fierro esponja, que estando sin impurezas, mantiene una calidad del acero muy superior, aplicándolo en la industria mundial en nuevos productos o mejorar los existentes.

El mérito del desarrollo de dicha tecnología, la historia se lo ha otorgado a Juan Celada Salmon, un hombre muy reconocido y con múltiples premios internacionales. Pero tras la creación del proceso HYL se encuentran otros científicos base, quienes desarrollaron dicha tecnología solo supervisada en muchas de las ocasiones por Celada como Jefe de Ingeniería, pero que en general no participo del todo en el sinuoso camino del ensayo-error de dicho proceso, donde siempre estuvo desde el comienzo, Patrick W. Mackay.

Patrick tenía mucho en común con Don Eugenio Garza Sada, ambos tenían hambre de curiosidad y por desarrollar cosas. Recordemos la orden que dio Don Eugenio al ITESM para que desarrollaran un aparato que entendiera la palabra hablada y que imprimiera, para ahorrarse así el trabajo de una secretaria. La mente de Don Eugenio era como la gente que lo precedió en el grupo, muy adelantados a los tiempos en prestaciones y siempre con la tecnología de vanguardia. Ahora con el ITESM y los departamentos de investigación de las diferentes empresas, aposto a la tecnología para estar siempre un paso delante de sus competidores. Esa mentalidad la entendió muy bien Dionisio Garza Medina con Alfa y Lorenzo Zambrano con CEMEX, que seguramente tuvieron siempre en su mente a seguir, a un personaje como Don Eugenio Garza Sada.

El proceso HYL desarrollado a mediados de los 50s, tuvo una constante mejora en sus procesos de reducción. En el proceso del control de la carburizacion, una patente presentada el 17 de noviembre de 1977 y publicada el 24 de abril de 1979, aparecen como desarrolladores Juan F. Price Falcon, Enrique R. Martínez Vera, Gilberto Guerra García y Patrick W. MacKay; no figurando Celada.

En el proceso de reducción con gas reciclado presentado el 15 de octubre de 1971 y publicado el 18 de diciembre del 73, aparecen como desarrolladores Juan Celada, De la Peña y Patrick W. MacKay.

En el método para la reducción gaseosa de minerales metálicos presentada el 16 de octubre de 1973 y publicada el 17 de junio de 1975, aparecen como desarrolladores Juan Celada y Patrick W. MacKay.

En el método y aparatos para el proceso HYL presentada el 16 de diciembre de 1970 y publicada el 16 de octubre del 73, aparecen Juan Celada, Villarreal D., y Patrick MacKay.

En la patente presentada el 15 de octubre de 1974 y publicada el 6 de diciembre del 77, aparecen solo Juan Celada y Patrick W. MacKay.

En un estudio de 1978 al 2006, Patrick W. MacKay aparece presentando un total de 11 patentes, enlistado en un grupo de 20 inventores que presentaron más de 10 patentes en ese periodo.

Ahora bien, ¿Qué tiene que ver Patrick W. MacKay en la vida de Don Eugenio Garza Sada?

La relación entre Patrick y Don Eugenio se ambientaba en un clima de mutuo conocimiento científico, lo cual llevo a desarrollar cierta amistad entre ambos personajes.

Ya retirado Don Eugenio no se despegaba de sus empresas del todo; siempre al pendiente de los detalles aunque su sobrino Bernardo Garza Sada y su hijo Eugenio Garza Lagüera llevaran la batuta del Grupo Monterrey, su influencia perduro hasta su muerte e incluso, por muchos años más.

En su oficina de Cervecería, Don Eugenio sostuvo una reunión con Patrick donde este le aseguro que él podía mejorar sustancialmente el proceso HYL. Don Eugenio le aseguro a Patrick que velaría por su futuro alentándolo para que trabajara en la perfección del proceso. Ese mismo año, Don Eugenio seria asesinado.

La cronología del proceso HYL se desarrolló de la siguiente manera.

1957. Arranque de la primera planta de reducción directa, la Hylsa 1M, usando el Proceso HYL.
1957. Producción de aceros planos vía el horno eléctrico basada en el uso de HRD.
1958. Carga tipo batch de HRD caliente (600°C) al horno eléctrico.
1965. Uso de más de 30% HRD en la carga metálica, llegando a 100% en 1972.
1968. Inicio de alimentación continúa de HRD al horno.
1968. Implementación de sistema computarizado de control de proceso del horno eléctrico.
1969. Uso de escoria espumosa.
1970. Diseño de pélet para reducción directa.
1970. Primeras pruebas industriales con HRD como carga a alto horno y convertidor de oxígeno.
1972. Producción de aceros de troquelado extra profundo vía acero con alto contenido de HRD
1980. Arranque del Proceso HYL continuo con la planta Hylsa 2M5 de Monterrey.
1988. Uso de maquillado de pélet/trozo de mineral con cemento para plantas HYL de reducción directa.
1993. Sistema HYTEMP de transporte neumático y carga continua de HRD caliente al horno eléctrico.
1994. Producción de HRD de alto carbono (3.0 - 4.5%)
1995. Producción de aceros ultra-delgados (< 1mm) con el sistema CSP en Monterrey.
1997. Primera planta en el mundo de descarga dual (HRD y HBC) para Vikram Ispat-Grasim en la India.
1998. Arranque de la planta Hylsa 4M - primera planta con el Proceso HYL de auto-reformación.

Siguiendo la promesa que le había hecho a Don Eugenio, Patrick no descanso hasta llevar a la perfección el proceso HYL. Fue a principios de los 80s cuando termino de perfeccionarlo. Aquel método fue vendido a la industria acerera mundial trayéndole grandes dividendos a HYLSA, quien no le respondió a MacKay de aquella promesa que velaría por su futuro, que le había hecho Don Eugenio.

El proceso evoluciono hasta lograr la Tecnología HYL actual, un proceso continuo basado en gas natural mediante el cual se produce hierro reducido de alta calidad en cualquiera de las siguientes presentaciones: HRD (Hierro de Reducción Directa), HBC (Hierro Briqueteado en Caliente), Hierro HYTEMP (alimentado caliente a la acería).

HYLSA llego a producir más acero que la misma Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, de la que fue Presidente del Consejo de Administración el padre de Eugenio, Isaac Garza.

El poder desarrollado por el Grupo Monterrey tras el éxito de HYLSA, era envidiado por el Estado Mexicano que incluso pensaron en la posibilidad de nacionalizar la industria siderúrgica.

Don Eugenio no pudo ver terminado la perfección del proceso HYL. Aquella mañana del lunes 17 de septiembre del 73 los fanáticos guerrilleros acabaron con su vida. Si Bernardo Chapa no hubiese respondido el asalto y consumado el secuestro, quizás se hubiesen agregado a Don Eugenio unos años más de vida.

Los dos tipos que había dado de baja Chapa, aparecieron en el panteón municipal siendo dejados por sus cómplices. Las indagatorias con los testigos comenzaron una semana después. En el lugar habían presenciado el atentado un repartidor de la empresa Bimbo, un tipo que se encontraba en las afueras de un depósito y Carmencita, aquella niña de 12 años que se dirigía a la tienda a comprar unas mortadelas. (Véase la serie Historias de Conflictos de Intereses, capitulo 9, Conspiración).

En el proceso de investigación del esclarecimiento del asesinato de Don Eugenio, la presión de la familia a la Federación hizo que se hiciera una cacería de brujas.

Si la policía local estuviera al tanto del esclarecimiento del ataque hubiera interrogado a los testigos el mismo día del atentado y no hasta que la Federación presionara para esclarecer los hechos. Aquí vemos la primera irregularidad.

El empresariado regiomontano rompe relaciones con la Federación. El secretario de Educación Víctor Bravo Ahuja impuesto por Don Eugenio Garza Sada en el Gobierno de Luis Echeverría, se había convertido en el hombre de enlace entre las dos partes. Surge así una comisión entre el Gobierno y un sector del empresariado para entablar el tema ya acabados los servicios funerarios de Don Eugenio.

En la ciudad de México se da una primera reunión entre el abogado Roberto Guajardo Suarez, Virgilio Garza Jr. y Eugenio Garza Lagüera, con las partes que representaban al Gobierno, en este caso Bravo Ahuja y Porfirio Muñoz Ledo, que en aquel entonces era Secretario del Trabajo.

“Señores, vamos a encontrar el dialogo, nosotros no fuimos”.

Es con lo que iniciaba la reunión Muño Ledo… y se le creía.

Tanto la gente como los trabajadores creyeron la versión de que fue el Gobierno ya que fue divulgada de cierta manera por la prensa, además de que el Grupo Monterrey había abierto esa posibilidad en el discurso de Margain en el sepelio de Don Eugenio.

Aquí tenemos tres puntos que debemos de recalcar. El primero es que las investigaciones se dieron una semana después ya que la Federación presiono a los locales para hacer las averiguaciones. Por su parte la Federación hizo lo propio en el resto de la republica despareciendo gente e interrogando a otros para poder llegar a esclarecer el atentado, lo que indica que era el más interesado en aclararlo. El segundo trata sobre el discurso del Grupo Monterrey que a sabiendas de la entrañable amistad entre Don Eugenio y Luis Echeverría, despotrico contra este último. El tercer punto está relacionado con Porfirio Muñoz Ledo. Veamos un poco de su historia.

Porfirio Muñoz Ledo es la clave para darnos una idea que la política en los adentros del PRI Federal se dividió a raíz de la muerte de Don Eugenio Garza Sada. En una ocasión llego Luis Echeverría Álvarez al domicilio de Porfirio Muñoz Ledo. Entro directamente a los patios de la vivienda mencionando que era muy pequeño para recibir contingentes, por lo que pensó Muñoz Ledo que él sería el siguiente Presidente de la Republica. Años más tarde, Echeverría se decidió por López Portillo. Se decidió o se lo impusieron. Recordemos que ya Bernardo Garza Sada se había convertido en el representante del Grupo Monterrey. Recordemos también el favor que le pidió Bernardo Garza a López Portillo para con la Señora Irma Salinas Rocha para hacer todo lo posible de que no se publicara el libro Nostro Grupo.

Ahora bien, Porfirio Muñoz Ledo pensó ser el próximo Presidente después de López Portillo, pero este se decidió por Miguel de la Madrid. Al interior del PRI, Muñoz Ledo junto con otros entre los que se encontraba Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, -hijo de Lázaro Cárdenas-, formaron la “Corriente Democrática”. Dicho grupo fue creado con la finalidad de formar las reglas para la selección del candidato del PRI a la Presidencia de la Republica. Al ser declarado como candidato por el PRI a la Presidencia Carlos Salinas de Gortari el 4 de octubre de 1987, “Corriente Democrática” comienza una serie de protestas que culminaron con la ruptura de este grupo para con el PRI. Tras la ruptura lograron la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas por el Frente Democrático Nacional, fusión del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) y del Partido Nacional Socialista (PNS) así como del Partido Mexicano Socialista (PMS). Tras la contienda electoral surge el PRD, donde los integrantes de la “Corriente Democrática” serian la base para su creación.

Aquí vemos una ruptura al interior del PRI al surgir un nuevo grupo con intereses muy diferentes a la línea que seguía Don Eugenio Garza Sada. Los primeros indicios se dan con la llegada al poder de López Portillo y culminan con la llegada de “Corriente Democrática”.

Llevamos tres puntos, la investigación tardía de la policía local, el segundo es el discurso en el sepelio y el tercero la llegada de ese nuevo grupo al interior del PRI; muy seguramente influenciado por los intereses de Bernardo Garza Sada e incluso por su primo Eugenio Garza Lagüera; recordemos la influencia que tuvo para con Carlos Salinas por su asunto de las acciones de VISA, el otorgamiento irregular de Bancomer tras privatizar la banca y un largo etcétera.

Otro punto a señalar, es la relación a la creación de SICARTSA. Don Eugenio hizo todo lo posible para que no se creara pero fracaso en el intento. En 1973 cuando atentaron contra Don Eugenio, en ese entonces el Gobierno Federal ya tenía el 25% de la participación de Fundidora. Se entiende que los intereses de apoyar a la industria y no desamparar a los trabajadores por parte de la Federación tiene sentido por la creación de miles de empleos que generaría SICARTSA además de aprender de la industria acerera pionera en México que representaba Fundidora Monterrey. Si bien el mercado nacional de HYLSA se vería mermado a mediano plazo al entrar en funciones SICARTSA, era de mayor riesgo que Fundidora Monterrey, que era su competencia directa en la región junto con Altos Hornos. Fundidora Monterrey tuvo el apoyo total del Gobierno Federal para rescatarla de sus problemas financieros.

Otro punto a señalar, es que tras la muerte de Don Eugenio, Fundidora Monterrey solicita más préstamos federales aún más cuantiosos; precisamente al terminar la Presidencia de Luis Echeverría y al iniciar la Presidencia de López Portillo.

Altos Hornos siguió con sus procesos industriales con capital privado y del Estado. SICARTSA por su parte fue creciendo en sus operaciones paulatinamente. Debido a los préstamos contraídos por Fundidora Monterrey para con el Estado, el Gobierno Federal toma el control total de la empresa. Suena raro que mientras Altos Hornos sigue su camino así como SICARTSA, el Gobierno Federal no haya podido controlar Fundidora Monterrey acarreándola hasta su quiebra en 1986. Claro está, dejándole el paso libre a HYLSA.

El punto 6 en relación a la muerte de Don Eugenio Garza Sada que indica que su muerte fue dirigida desde adentro, viene en relación a su propia familia, especialmente de su propio hermano Roberto Garza Sada y quizás de su sobrino Bernardo Garza Sada por su posterior relación con López Portillo, así como del primo hermano de Roberto Garza Sada, Roberto G. Sada.

Otro asunto que vincula al gobierno federal es el problema financiero del Coronel García Valseca. El Coronel contaba con 27 periódicos en diversas ciudades de la república. Le pertenecían el Esto, El Sol de México, El Occidental, El Sol de Guadalajara y Tribuna de Monterrey, entre los más representativos. Sus periódicos abarcaban el 22% del mercado nacional.

La manera de influir del gobierno con la prensa estaba relacionada a los insumos. Bajo el mandato de Lázaro Cárdenas, se fundó Productora e Importadora de Papel, S.A., una paraestatal encargada en ser la única empresa que podía importar el papel y la cual tenía la exclusividad para su venta y distribución.

El problema financiero de García Valseca se derivaba de un préstamo por 10 millones de dólares que le pidió a la Casa Karln Loeb Rhoades de Nassau. EL Coronel utilizaría ese dinero para implementar en sus publicaciones el color. El aval de dicho préstamo fue NAFINSA.

Cuando estaba por vencerse el crédito, García Valseca se entrevistó con Díaz Ordaz para ofrecerle el rancho ganadero El Sol como pago para liquidar la deuda. Para esto Ordaz estaba por entregar el cargo, por lo que lo remitió con Luis Echeverría quien sería el sucesor.

Los años pasaron y el Gobierno Federal y el empresario no llegaron a ningún acuerdo, por lo que el Coronel tuvo que firmar un fideicomiso como garantía. Para esto, ya sus periódicos estaban siendo administrados por un comité el cual estaba integrado por personal de Hacienda, la Sociedad Mexicana de Crédito Industrial, y personal del Coronel.

La deuda se disparó a 20 millones de dólares, por lo que José García Valseca se entrevistó con Don Eugenio Garza Sada para ofrecerle sus periódicos.

Tras reunir a un grupo de empresarios para el proyecto dentro de los que se encontraba su sobrino Eloy Vallina Lagüera, Alberto Bailleres de la Moctezuma y los Aranguren de Guadalajara, Don Eugenio tramito un préstamo con el First Chicago Bank.

La negociación y trámite de la compra de las acciones y liquidación de la deuda la llevaría Eugenio Garza Lagüera que para ese entonces, no se llevaba del todo bien con su primo Bernardo Garza Sada.

El 25 de septiembre de 1973 se reunirían las diversas partes, pero tras el asesinato de Don Eugenio el día 23, se suspendió la reunión.

Días después, el 10 de octubre de 1973, Fernando Aranguren Castiello fue secuestrado y posteriormente asesinado por la Liga Comunista 23 de septiembre. El empresario tapatío era el más importante en occidente. Guadalajara se puso de luto; escuelas y empresas cerraron sus puertas; cientos de hogares tapatíos colgaron moños en sus puertas en señal de duelo.

Posteriormente a aquellos eventos, Garza Lagüera ya teniendo las acciones de García Valseca, se presentó a NAFINSA para presentar la liquidación correspondiente pero no se la aceptaron.

El 25 de octubre de 1973 la prensa del Coronel Valseca pasó a manos del gobierno. Echeverría antes de dejar su mandato, vendió la cadena a la Organización Editorial Mexicana donde era accionista mayoritario Mario Vázquez Raña. No paso mucho tiempo para que entrara a trabajar a la OEM Mario Moya Palencia, ex Secretario de Gobernación de Echeverría.

Hemos visto a lo largo de esta serie todos los posibles autores intelectuales o motivos del asesinato de Don Eugenio Garza Sada. A continuación, dejare abierto a su análisis cada uno de los puntos, señalando por qué no creo que ninguno de ellos se vincule, dejando como autores solitarios a mi parecer, al grupo guerrillero.

El asunto de Las truchas, Fundidora Monterrey e HYLSA, veo que no solamente es tratado por Don Eugenio, sino que directamente por Bernardo Garza Sada, ya que vemos la relación tan estrecha que posteriormente se dio entre Bernardo y López Portillo. Recordemos aquel rescate de Alfa en los 80s.

El señalamiento de Doña Irma Salinas Rocha que refiere tuvo que ver con el asesinato de Don Eugenio su hermano Roberto y su suegro Roberto G. Sada, queda sin fundamento por varias razones.

En primera el libro Nostro Grupo surge a raíz del conflicto por la herencia del emporio del vidrio a Doña Irma e hijos. La raíz de ese asunto proviene tras la muerte de su esposo Roberto G. Sada Jr. Su suegro Roberto G. Sada, menciono que velaría por ella y sus hijos, pero al juntarse Doña Irma con un tipo el cual no era del agrado de la familia, vino el conflicto de quitarle la herencia que estaba destinada a ella. La muerte de Roberto G. Sada Jr. se da un año antes que la de Don Eugenio.

Ahora bien, en el libro Nostro Grupo, Doña Irma señala muchas irregularidades en la investigación del asesinato de Don Eugenio. En primera señala que el interrogatorio a los principales testigos se dio una semana después. También señala que uno de los atacantes tenía un orificio de bala del hombro hacia el tórax, aludiendo que lo mataron a sangre fría para limpiar una posible línea de investigación que aludiría a una conspiración fuera de la línea guerrillera.

Según el informe de la DFS que se dio a horas del evento, señala con cierta exactitud cómo se dieron los hechos. La presión empresarial y social llevo a esos interrogatorios minuciosos una semana después tras la cacería de brujas. Para la Federación, el asunto era de seguridad nacional.

El orificio de la “bala perdida” que menciona, viene en relación a que Chapa disparo al azar por entre la puerta del vehículo, mientras su atacante se retiraba agachado disparando sin tener con que protegerse.

No existe enemistad entre Don Eugenio y Don Roberto Garza Sada, ambos ya retirados preparan el papeleo de sus acciones acaparando la mayoría cada uno en los ramos de su preferencia; el cervecero con Don Eugenio. Las diferencias sustanciales entre las familias de ambos, viene en relación a sus hijos, que terminaron separando al grupo pero en términos amistosos sin entrar en litigios.

Si bien es una coincidencia el asunto de la prensa de José García Valseca, los informes de la DFS años atrás que refieren la planeación del secuestro de Don Eugenio desmienten esa línea. Vemos que el asunto de los periódicos lo aprovecha el gobierno para hacerse de el y controlar un gran sector de la prensa e influir en la sociedad por ese medio, mentalidad que el mismo Garza Sada tenia.

Si bien la muerte de Aranguren suena conspiratorio para el asunto de los periódicos, es parte del plan guerrillero para hacerse de fondos. El gobierno federal si no podía con el levantamiento de SICARTSA, menos podría conspirar con años de anticipación en algo tan complejo que llevaría a la muerte de Don Eugenio.

La influencia de Eugenio Garza Sada en la Presidencia era sustancial, existía mucha comunicación. Lo único que vincula a la federación es la falta de comunicación con la familia, ya que sabían por medio de la DFS de los planes de la guerrilla del secuestro, aunque fuesen años atrás. Aunque coincidentemente la familia le insistió a Don Eugenio que se consiguiera un chofer y seguridad, debido a que no consideraban estaba en condiciones de manejar su coche.

Don Eugenio fue claro en un momento dado del cual no sabemos cuándo sucedió con exactitud, donde señala que si algún día lo secuestran, no den ni un quinto para su rescate. Esto señala que quizás si sabía, pero ese secreto se lo llevo a su tumba.

“Nunca se sabe dónde se puede servir para hacer del mundo un lugar mejor”. Patrick W. MacKay.

Continuara…

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Capítulo 5. Eugenio Garza Sada. Séptima parte. HYLSA, y el proceso industrial que le dio renombre internacional.

En la próxima entrega…

El desarrollo petrolero vertiginoso en Tamaulipas, le llevo a Cervecería Cuauhtémoc grandes ventas, pero tras el debacle en la producción, Eugenio se separó por largos periodos de su amada Consuelo Lagüera Zambrano, para cobrar los adeudos de los clientes que no podían liquidar tras la quiebra económica de la zona; su “Nena”, se haría la costumbre de esperarlo.

 

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Capítulo 5. Eugenio Garza Sada. Octava parte. De cobrador a líder regiomontano.