Capítulo 1. Benjamín Salinas Westrup. (Tercera y última parte)


A finales del otoño de 1942, hacia frio en el departamento de East Liverpool, Ohio. En el lugar viven Irma y Roberto G. Sada Jr. Tienen pocos meses de casados. Roberto aun cursa la universidad. Cortos en gastos, ahorran manteniendo comunicación con Monterrey vía correo, aun teniendo teléfono. Aquel día, Irma se sentía vacía y angustiada, no tanto porque su amado Roberto aun no llegase, sino porque que algo le avisaba que llamase a Monterrey.

 

- ¿Mamá? ¿Cómo esta papá?

- Irmita, ¿cómo supiste?

- ¿Cómo supe qué?

- Hija, a tu papa le dio un infarto hace unos momentos.

 

Como habían cambiado los tiempos. La abuela de Irma, Alice, había quedado flechada al joven que le presentaron a través de su ventana, escogiendo al que sería su amado a distancia. La nuera de Alice, Elisa, había sido enamorada por Benjamín a través de sus cartas. Los tiempos habían cambiado, Irmita conocería a Roberto G. Sada Jr. en los eventos de jóvenes que se realizaban en la casa de El Mirador de los Salinas.

 

Miércoles 10 de junio de 1942.

 

Un calor agobia Monterrey. Es día de fiesta de la familia G. Sada y Salinas Rocha. La unión entre Irma de apenas 21 años y Roberto Jr., se realiza en el Casino Monterrey. 1200 son los invitados, la mayoría de la burguesía regiomontana.

 

Los salones son adornados por laureles blancos, las flores preferidas de la abuela Alice. Vidriera Monterrey, ha mandado hacer para la ocasión platones donde se colocaran sobre una cama de hielo picado camarones gigantes. Es tan solo uno de los platillos que se sirvieron en la fina losa que portaba Elisa y Doña Mercedes, la esposa de Don Roberto G. Sada.

 

Presionados por las miradas, la feliz pareja se retira a la casa de El Mirador donde se habían conocido. En el lugar, descansan para partir al siguiente día a Nuevo Laredo en coche.

 

Pocos días atrás, el USS Enterprise saltaría a la fama en la Batalla de Midway. Son tiempos de guerra, la frontera se cierra a las 6 de la tarde.

 

Los Sada Salinas bajan tarde de El Mirador. Recogen en sus domicilios las 14 maletas de Irma y las 2 de Roberto. Debido al calor y a las prisas, el motor del vehículo ha sido forzado. Se han quedado tirados a medio camino por agua. Roberto camina a la ranchería más cercana regresando con una cubeta. Ha tardado una hora, que parecen siglos para la jovial Irmita.

 

Llegaron a la frontera a tiempo antes de que se cerrara. El exceso de equipaje de Irma, ha sido suficiente para que se le olvide lo más preciado, su pasaporte. Roberto decide pasar para ingresar las maletas de Irma para después regresar con ella y buscar alojamiento en Nuevo Laredo.

 

- No te mortifiques Irmita, hablare con mis padres para que mañana pasen a recoger tu pasaporte y nos lo traiga a primera hora de la mañana.

 

Aquella noche encontraron alojamiento en un hotel insalubre. Irma se ahogaba en el bochorno que significaba su olvido al enterarse sus padres y sus suegros de aquel detalle. Ya pasaporte en mano, cruzaron la frontera y se dirigieron a San Antonio, donde habían reservado en el Hotel St. Anthony.

 

Al llegar a la recepción, les dijeron que era costumbre del hotel darle la suite especial a los recién casados.

 

Roberto e Irma se miran extrañándose como es que se han enterado en el hotel que son recién casados. Al llegar a la suite, son recibidos por cientos de rosas blancas y una botella de champagne Dom Perignon.

 

- Es cortesía de la casa. Menciono el bell boy.

 

Años más tarde, los Sada Salinas se enteraron que las cortesías habían sido obra de Benjamín Salinas Westrup.

 

Miércoles 29 de julio de 1936.

 

Irmita aún no conoce a quien será su esposo. Apenas es una jovencita que está por cumplir sus XV años. Elisa ultima los detalles para el pastel. La fiesta en casa tratara como tema los patines. Irma junto a sus amigas, se divierten alegremente.

 

Irma espera a su padre, quien seguramente le traerá un regalo el cual espera ansiosa.

 

Su padre no llega. Elisa le menciona a Irma que Benjamín llegara tarde debido a que ha surgido un imprevisto, mencionándole que le disculpe y que le tiene un presente.

 

En la plaza Zaragoza ha surgido una manifestación. En ella, se hacen escuchar los Cetemistas quienes instan a las autoridades a disipar a las Camisas Doradas, brazo armado de Acción Cívica Nacionalista. ACN ha surgido a raíz de las diferencias entre el empresariado y la política de Estado del Presidente Lázaro Cárdenas. Aquel movimiento ha desembocado en la tardanza de Benjamín a la fiesta de su hija.

 

El origen natural de las cosas nos remonta a 1925. Joel Rocha es alcalde primero suplente de Monterrey. Se ha retirado de la política social para dedicarse a la privada. Ese mismo año en 1925, es elegido Presidente de la Cámara de Comercio, puesto que ocuparía hasta 1931.

 

En 1929 Joel Rocha representa ante la Cámara de Diputados a la Convención de Delegaciones Industriales de la Republica. Es un discurso tajante y enérgico, que deja al borde del asiento a los Diputados Federales.

 

… Si la ley que ustedes van a aprobar, nos pone en condiciones de no movernos, si lleva el desorden y la desorganización a nuestras fábricas, no vamos a cruzarnos de brazos y a presenciar el desastre, no, el mundo es muy grande, los horizontes inmensos y nuestra energía inquebrantable. Soy el primero en reconocer sus opiniones sobre la nueva ley. Los industriales la juzgamos desde otro punto de vista y naturalmente diferimos, pero creo que estas diferencias son más aparentes que reales. Soy partidario de los salarios altos que aumenten el poder adquisitivo del obrero y lo conviertan en el mejor de nuestros consumidores. Podemos pasar por alto las clausulas relativas a las indemnizaciones. Reconocemos el derecho de huelga como una de las legítimas conquistas del trabajador que evita el abuso de los patrones. Aceptamos el pago de días festivos y hasta de las vacaciones, porque si bien estas cargas significan aumentos de consideración, se pueden solucionar dentro de la economía de cada empresa. El industrial moderno no es enemigo del sindicalismo, siempre que no sea impuesto a la fuerza, siempre que este surja espontáneamente y no instigado por agitadores. Nos quejamos del sindicalismo obligatorio y del contrato colectivo obligatorio, pues con ello no vamos a poder contratar nuestros obreros ni seleccionar nuestro personal, ni hacer la distribución conveniente de nuestras labores, ni, en una palabra, administrar nuestras empresas.

Queremos la democracia industrial, no venimos a abogar por la autocracia omnímoda, y en prueba de nuestro aserto aceptamos los consejos de empresa, que tan buen resultado han dado en Alemania, pero de ninguna manera podemos aceptar el contrato colectivo obligatorio, ni el sindicalismo oficial porque equivale a maniatarnos, equivaldría a estrangularnos. Señores Diputados, el Código Ruso, que es la legislación obrerista más avanzada de nuestra época, reconoce el contrato colectivo verdaderamente libre potestativo y lo define así: contrato colectivo es el libre acuerdo entre el empresario y sus obreros. Si ustedes no acceden a modificar el nuevo código en la forma en que estamos proponiendo, si ustedes dejan en pie el contrato colectivo obligatorio y el sindicato forzoso, no podemos trabajar nuestras industrias. Tampoco podríamos paralizarlas porque ello implicaría dejar en la miseria a nuestros obreros, así, pues, siendo imposible el libre manejo de nuestras industrias y siendo enemigos de clausurarlas, hemos llegado a esta conclusión: un numeroso grupo de industriales de Monterrey, de Torreón, de San Luis Potosí, de Guadalajara y de Mexicali, ofrecemos nuestras industrias al gobierno para que las reciba y las maneje”.

 

Los Diputados se ponen de pie ovacionando al cuñado de Benjamín Salinas.

 

La pequeña Irmita de apenas 8 años es cargada por su padre en la estación de ferrocarril. Toda la familia ha ido a recibir al tío Joel. Sus simpatizantes a su arribo lo cargan en hombros.

 

Al pasar los años, las diferencias entre los industriales y el gobierno se incrementan. Los primeros han creado el grupo Acción Cívica Nacionalista, quienes sesionan en sus oficinas que están ubicadas en Zuazua y Padre Mier.

 

Los cetemistas optan por dirigirse al edificio de ACN desde la plaza Zaragoza. En el lugar en una de las bancas, se encuentra Santiago Roel y José P. Saldaña. Se escucha un sonido de metralleta, tanto Roel como Saldaña piensan mal, son confundidos con las cortinas de ACN que son cerradas con apuro.

 

Al llegar los Cetemistas al edificio, encaran a sus moradores. Se escuchan los primeros disparos. Joel Rocha hijo sube a la azotea. Queriendo asaltar el lugar, un cetemista se sube por uno de los postes de luz para llegar a los techos. Al darse cuenta el guardia del edificio, le dispara cayendo muerto el cetemista. Joel Rocha hijo mira la acción a detalle.

 

Comienzan a escucharse disparos. Algunos provienen desde el Hotel Continental, otros del Casino Monterrey. Todo indica que son miembros de las Camisas Doradas, quienes protegen a los empresarios que están encerrados en el edificio.

 

El ejército llega al centro de la ciudad. Los cetemistas se repliegan cargando a sus heridos y muertos. En el lugar quedan miles de palos y ladrillos tirados en el suelo. Algunas armas de fuego son encontradas.

 

Los militares capturan a más de 500. Todos son miembros de Acción Cívica Nacionalista. Son trasladados en camiones a las celdas de la 7ª zona militar. Entre ellos se encuentran Virgilio Garza Jr., Luis G. Sada, Eugenio Garza Sada, Antonio L. Rodríguez, Bernardo Elosua, José A. Martínez, Diego G. Sada, Alberto Margain Zozaya, Ignacio Santos, Joel Rocha e hijo, Andrés Chapa, Rómulo Garza, Manuel L. Barragán y Roberto G. Sada entre muchos otros.

 

Si bien las diferencias surgieron a raíz de las políticas de Lázaro Cárdenas, lo acontecido en julio viene de una manifestación ante más de 60 mil personas en la plaza Zaragoza en febrero pasado. Aquella manifestación se dio a raíz de un intento por controlar el sindicato de Vidriera Monterrey y encamino a que Lázaro Cárdenas creara a la CTM.

 

Benjamín no llega a casa para con su amada Irmita que cumplía sus XV años. Se encontraba haciendo gestiones para sacar de la cárcel a Joel padre e hijo, y demás amigos empresarios.

 

Roberto G. Sada de Vidriera Monterrey y Benjamín Salinas Westrup de Salinas y Rocha, aún no saben que sus familias serian reunidas por el amor de sus hijos Roberto e Irma.

 

Muy de noche, Benjamín llega a casa. Irma lo ve dirigiéndose a ella con los brazos abiertos. La tierna Irmita se envuelve en él. No se da cuenta que su padre porta su presente en una de sus manos, se trata del perfume Fleus de Rocailles, de Caron. En la tarjeta dedicatoria dice: “Para Irmita: perfume de flores de rocas, que se supone debía de ser baratón, pero me resulto Carón”. Aquel perfume era el favorito de Irma.

 

El sangriento 29 de julio de 1936, había terminado con el calor del hogar que caracterizaba a los Salinas Rocha. Como si nada hubiera pasado, los problemas no traspasaban la puerta del hogar.

 

Aquella costumbre también la tenía Eugenio Garza Sada. Sus problemas se quedaban en la puerta de su casa. Siempre colgaba su sombrero en la entrada como señal de respeto y armonía en la familia.

 

Los acontecimientos de aquel 29 de julio, cambiarían el devenir político de la entidad. Tanto don Jesús María Salinas Garza como su hijo Benjamín y el mismo Joel Rocha, eran miembros de la masonería. Aquel grupo selecto llevo a Jesús María Salinas Garza ser parte del Ayuntamiento de Monterrey por varios periodos, ocupando el puesto de regidor. El hermano de Benjamín, Jesús María Salinas Westrup, llego a ser Alcalde de Monterrey. La labor del Alcalde Salinas fue por demás exitosa debido a que desembolso gran parte de sus capitales personales para sostener una buena administración.

 

El Doctor Ángel Martínez Villarreal mostraba su apoyo a los trabajadores y Joel Rocha a los Industriales.

 

Entre 1927 y 1929 Joel Rocha se había encargado de encabezar la Gran Logia de Nuevo León. Por su parte, Benjamín Salinas la encabezaría en 1930.

 

Las diferencias llevo a la división de la Masonería. Los que seguían a Joel Rocha, se separaron del grupo abriendo una nueva Logia en Zuazua por las inmediaciones del Palacio de Gobierno. Los seguidores de Ángel Martínez, siguieron en Escobedo.

 

Benjamín Salinas tras ocupar la Gran Maestría de la Legitima Gran Logia entre 1939 y 1940, -el grupo separado-, logro acercar las dos logias teniendo como fruto su unión tres años más tarde tras la intervención del gobernador Arturo B. de la Garza, quien era su amigo.

 

La Gran Logia de Nuevo León nunca volvió a ser la misma. Tras la imposición para Gobernador de Morones Prieto y el desplazamiento de Eduardo Livas Villarreal que tenía muchos seguidores dentro de la masonería, la influencia de la Gran Logia de Nuevo León para con la política nunca fue la misma, todo, a raíz del conflicto por el liderazgo sindical de 1936.

 

El éxito de la sociedad Salinas y Rocha se basó en dos factores primordiales. Las familias regiomontanas no tenían poder adquisitivo en los años 20s. Aquella ocurrencia de Benjamín de cuando trabajaba para don Jesús M. Montemayor, de jugarle una broma al poner un cartel en las afueras de su negocio que decía: “Se venden casas y terrenos baratos y en abonos”, la aplico en la mueblería. Al no haber poder adquisitivo y con la facilidad de pagos, la mueblería fue creciendo paulatinamente. La propaganda no era factor de gasto, ya que de boca en boca, la población propagaba las facilidades de pago. Son tiempos en que en Monterrey se tiene la costumbre de honrar la palabra, por lo que Salinas y Rocha no batalla para mantener sus números sanos. Es así, como se convierte en la primera empresa en otorgar las facilidades tan comunes hoy en día.

 

“La Malinche” era una fábrica de muebles propiedad de Manuel Reyes y Cristóbal Treviño. Sus orígenes se remontan a 1894. La pequeña Irma un día de paseo con su padre le pregunto.

 

- Oye papa, ¿Por qué vienes tan seguido a “La Malinche” si nunca compras nada?”

 

- Porque es bueno conocer bien lo que ofrece la competencia. Ya verás hijita, un día espero que podamos ser igual o mejor que ellos.

 

La pequeña Irma suponía que Salinas y Rocha era la mejor mueblería al estar colocada en una espaciosa avenida y con dimensiones más grandes que “La Malinche”. Pero en cuanto a la fabricación de sillas “La Malinche” los superaba. Ya existía para 1922 la unidad “Regiomontana de Sillas”, la cual producía para 1932 mil sillas diarias.

 

En 1923 Benjamín le mando una carta a su sobrino Héctor Lozano quien se preparaba en una Universidad americana para incursionar en la industria familiar.

 

- “Estamos industrializando nuestro taller en forma de quedar fuera de todo temor de competencia nacional o extranjera. Le hemos estado metiendo muy duro y parece que vamos en camino de dominar el mercado nacional”.

 

La dedicación de Benjamín y Joel Rocha, los llevo a crear Compañía Regiomontana de Sillas, Colchones Salinas pasó a ser Colchones S.A., y Camas de Metal. Héctor Lozano se preparó como ingeniero químico para emprender los “Laboratorios Industriales Monterrey, S.A., creadora de Productos “Sarolo” S.A. Sarolo provenía de las abreviaciones de Salinas, Rocha y Lozano.

 

Es el 31 de enero de 1933, cuando Benjamín y Joel crean Mueblerías S y R. La empresa estaba conformada por 7 tiendas, tres en Monterrey y una en Chihuahua, Torreón, Durango y León. En la empresa también participaban como socios fundadores Elisa, la esposa de Joel, Rosa Garza, y Hugo Salinas Rocha. El capital inicial era de 230 mil pesos. Considerando la fundación del Banco de Comercio que fue de 300 mil pesos, los Salinas y Rocha apostaban gran parte de su capital en Mueblerías S y R.

 

Recién llegado de estudiar en una Universidad en los Estados Unidos, el joven Hugo ingresa a la empresa dándole un giro significativo a la línea.

 

- Tienes que entrarle al comercio con nuevos métodos, papa, esa es la clave.

 

Son los años 40. Se prepara la edificación de la Iglesia de la Purísima. El canónigo Job de la Soledad García Gil buscaba fondos para tal obra, por lo que se dirigió a pedirle a Benjamín Salinas.

 

- Padre, el problema es que, usted sabe, yo pertenezco a la Iglesia Evangélica.

 

El Padre a sabiendas del capital que portaba Benjamín, lo encaro.

 

- ¿Y qué me dice de su clientela?

 

- Ni hablar, padre, me mato el gallo.

 

Tanto Benjamín y Elisa, habían criado a sus hijos con gran vehemencia que se lo habían inculcado. Olinda, su segunda hija, tomo un pequeño curso de aviación de 5 horas. Sin avisar a ninguno de los familiares, la joven rubia se subió al Stinson emprendiendo un vuelo solitario de ida y vuelta de Monterrey a Nuevo Laredo. Era su prueba.

 

No faltó quien fuera a Camas de Metal para avisarle a Benjamín del atrevimiento de Lindy.

 

- No se preocupe, si no yo sabré lo que es capaz mi hija. Debió haber nacido con pantalones.

 

Ya en el aeropuerto la esperaban sus compañeros preocupados donde se encontraban varios pilotos experimentados. Su aterrizaje fue limpio.

 

Hugo ingreso a Salinas y Rocha desde abajo. Su trabajo consistía en meter los tablones de madera a las estufas para que se desflemaran para luego sacarlos y cortarlos. 4 años más tarde, se hacía cargo de la tienda de la ciudad de México. Eh aquí el origen del porque los Salinas Pliego surgieron en la capital.

 

La tienda se ubicaba en Tacuba número 15. El primer cambio de Hugo fue reubicar la tienda. La traslado a calle de Palma número 42. De un local de mil pesos paso a rentar un edificio de 100 mil.

 

La estrategia de crecimiento de Hugo fue la ubicación y la publicidad. Los capitalinos un día despertaron con un anuncio en la primera plana de todos los periódicos donde se mostraban los muebles con sus respectivos precios y métodos de pago. Nunca antes en la capital se anunciaba de tal manera, ya que se acostumbraba poner claves para que la competencia no se enterara de las ofertas o promociones.

 

Hugo también tenía ojo para las finanzas. En tiempos de crisis, compro en Wall Street acciones de la General Motors, Chrysler y General Electric. Tas pasar la recesión, vendió sus acciones a muy alto precio. La liquides de Salinas y Rocha daba pie para esos movimientos.

 

La crisis vino a traer la quiebra de muchas mueblerías que servían como sucursales de las fábricas de Salinas y Rocha. Su liquidación vino a capitalizar a S y R incursionando en otros rubros, como la Compañía Ganadera del Norte, en Hermanas Coahuila.

 

Incursionando al campo, Salinas y Rocha le rento el rancho “El Jabalí” a los hermanos Milmo. El rancho tenía 18 mil hectáreas. Después de rentarlo 4 años más tarde, en 1944 compran “El Borrego”, un rancho contiguo también propiedad de los Milmo. Después de “El Borrego” de 40 mil hectáreas, le siguió la compra de “Las Encinas” de 10 mil.

 

El 9 de diciembre de 1936 crean Financiera del Norte, S.A.

 

Con la llegada de Cárdenas al poder, entre los empresarios circulaban rumores sobre la propiedad. Para asegurarse, dividieron el Holding en las diversas industrias que la conformaban.

 

Es el 9 de enero de 1937 cuando comienzan a formalizar las divisiones. Ese día se constituía Camas de Metal, S.A. Ya en agosto del 36 se había constituido Colchones, S.A. Compañía Regiomontana de Sillas, S.A. y Confortables Monterrey seguían el mismo camino. La consolidación comercial se daba al abrir la tienda de Juárez, a un costado de la Alameda de la ciudad de México. El edificio contaba con 10 pisos.

 

Las inversiones de Salinas y Rocha los llevo a crear Importadora del Norte, S.A., la cual distribuía los camiones White, la maquinaria agrícola Oliver-Cletrac, los molinos de viento Aeromotor y las llantas Fisk, así como los autos Hudson.

 

Una a una las empresas alternas como Importadora o Financiera del Norte fracasaron, por lo que fueron vendidas. En caso de la Financiera, la adquirió Roberto G. Sada, suegro de Irma.

 

Otoño de 1942.

 

- ¿Mamá? ¿cómo esta papá?

- Irmita, ¿cómo supiste?

- ¿Cómo supe qué?

- Hija, a tu papa le dio un infarto hace unos momentos.

 

Era el primer aviso a Benjamín Salinas.

 

De las fábricas pasaron a la venta de ropa ya en las tiendas departamentales. Idea de uno de los empleados de la firma S y R., Abiel Treviño.

 

En la primavera de 1948 Benjamín tiene su segundo aviso.

 

Joel Rocha Jr. a diferencia de Hugo, se había formado en Europa. Su preparación y costumbres eran muy diferentes a las de Hugo. Juntos lograron formar Almacenes Salinas y Rocha, firma que comenzaría con la tienda en la Alameda de la ciudad de México.

 

A Benjamín le inquietaba la diferencia entre las familias. Si bien contaba con Hugo que había demostrado ser capaz de seguir las riendas del negocio, no se satisfacía de los demás hermanos de Joel Rocha Jr., quienes dejaban en desventaja a sus hijas y a Elisa.

 

Sergio Muris se había casado con su hija Magdaperla. De profesión Medico, se hacía cargo de su salud.

 

Después de sus exámenes tras su segundo infarto, Benjamín se dirigió a Sergio Muris.

 

- Yerno, ¿Cuánto tiempo me queda de vida?

 

Sergio lo apreciaba mucho, aun así su ética le ganaba.

 

- Un año.

 

En abril de 1948, cuando sucedía la boda de Lindy y Celso Vizcaya, para entonces ya Benjamín usaba silla de ruedas.

 

A finales de 1948 Hugo regresa de la ciudad de México para estar con la familia. Entre él y su padre surgen pláticas que se prolongan por horas. Ven con malos ojos que la relación Salinas y Rocha se quebrante tras su muerte. A pesar de ello, confían en el desempeño de Celso Vizcaya para hacerse cargo de Camas de Metal. Por su parte, se encuentra Roberto G. Sada Jr., esposo de Irma, quien ha demostrado ser el digno sucesor del emporio formado por los G. Sada medio siglo atrás.

 

Mañana del lunes 3 de enero de 1949. Magdaperla le da alimento a la pequeña Leticia. Tras dejar a su hija, se traslada a casa de sus padres a quienes no ha visitado desde la noche de año nuevo.

 

En el hogar de los Salinas Rocha se encuentra Celso Vizcaya, Lindy, Hugo y Elisa. Están al cuidado de Benjamín que ha empeorado.

 

Al llegar el mediodía, Lindy acompaña a su padre en su habitación, mientras su esposo, su hermano y madre, se encargan de preparar los alimentos de esa tarde.

 

Benjamín se queja que le duele su brazo izquierdo. El derecho, descansa sobre la mesa que le servía para comer.

 

Lindy quien está embarazada, ágilmente le reacomoda las almohadas a sus lados.

 

- Creo así estarás mas cómodo.

 

No escucha respuesta. Benjamín se desvanece golpeando su cabeza sobre la mesa.

 

Con el fuerte grito de Lindy, los demás llegan tratando de revivirlo. Benjamín Salinas Westrup ha muerto. Su energía era tal, que su viejo reloj Elgin detuvo sus manecillas en el preciso momento de su muerte.

 

Roberto G. Sada Jr. recibe la noticia. Tanto el cómo Irma se dirigen al domicilio de los Salinas Rocha. A sabiendas del dolor que le puede causar, Roberto le pasa la noticia a Irma lentamente tratando de climatizarla para que no se entere de golpe.

 

Al llegar, Irma abraza a su padre llena de lágrimas.

 

En el lugar se encuentra Rosa, la esposa de Joel, además de Abiel Treviño, gerente general de Camas de Metal.

 

Al llegar Magdaperla no se extrañó con su presencia. Les da las buenas tardes. Rosa, se sorprende exclamando: “Ay… ¡Pero si no le han dicho nada a Bebita!”.

 

Magdaperla se apresura a la habitación encontrando con un llanto seco a su hermana Irma.

 

Días antes del deceso, el tránsito de la Calzada Madero es desviado. Un día después del sepelio el transito se normalizo. La familia no se explicaba la desviación ya que no se estaba construyendo nada. El detalle era de algún amigo de Benjamín que sabía las condiciones precarias de salud en la que se encontraba.

 

El 4 de enero Monterrey despierta con la noticia. Todas las empresas Salinas y Rocha paran labores para presentar sus respetos a la familia.

 

Todas las clases sociales se encuentran reunidas alrededor del domicilio de Benjamín y Elisa.

 

El cortejo fúnebre es largo. Los hombres que forjaron la ciudad en sus primeros 50 años del siglo XX: industriales, comerciantes, banqueros y la clase trabajadora, lo acompaña.

 

Elisa le da sus últimas palabras seguidas de un último beso: “Benjamín, pronto volveremos a estar juntos”.

 

Aquellas cartas, aquella sorpresa en el columpio, su odio a las corridas de toros, sus mortificaciones en épocas revolucionarias, su espera ante la ausencia por la apertura de una nueva sucursal. Tanto se ha sacrificado Elisa. Ella es la que más sufre ante los miles de dolidos.

 

Se cierra un capítulo en la familia. Se abre otro.

 

Los Salinas tienen diferencias con los Rocha. Los problemas surgen debido a que los Rocha acostumbran no trabajar, sino delegar el trabajo a “profesionales”.

 

Hugo no comparte sus pensamientos. Él es hombre de trabajo. Se ha forjado con el ejemplo de su padre Benjamín Salinas Westrup. Si bien les sugiere comprarle su parte a los Rocha, estos se niegan.

 

Los problemas financieros se incrementan en la empresa enraizada en malas planeaciones comerciales y cartera vencida no liquidada. Hugo crea una empresa fabricante de televisores, la llama Elektra. Con el tiempo Hugo Salinas Price, su hijo, crea la red de tiendas Elektra. Si bien Salinas y Rocha quiso comprar en su tiempo las tiendas, toco fondo al ser adquirida por la misma Elektra.

 

Las tiendas departamentales fueron vendidas a Fábricas de Francia. Reorganizándose los capitales y rubros surge el Grupo Salinas, al mando del hijo de Hugo Salinas Price, Ricardo Benjamín Salinas Pliego. Digno sucesor de su bisabuelo Benjamín Salinas Westrup, emplea cerca de 70 mil personas.

 

Fin.

 

CEO Crónicas. Vida y obra de los grandes capitanes de la industria regiomontana.

Capítulo 1. Benjamín Salinas Westrup.

 

Basada en la obra de Irma Salinas Rocha. “Mi Padre”.

 

En memoria de Doña Irma Salinas Rocha. Mujer que dio todo por sus hijos, llevándose incluso a la burguesía regiomontana en su camino. (1929-2007)

 

 

“Para donde va el negocio Benjamín?”

 

 

“Pues para dónde va el tren Lichita”.