A lo largo de estas crónicas nos hemos dado una visión de todo lo que concierne al crecimiento industrial de Monterrey, el económico, el político y el social.
La carrera del crecimiento, poder y prestigio, quedo atrás con el emprendimiento. Toda empresa puede tener crecimiento sostenido siempre y cuando sepa confrontar todos los problemas que se le presente: laborales, sociales y económicos. En el aspecto político el esquema ha cambiado con el crecimiento de la corrupción y el robo.
Siempre he expresado que mientras más sea el sentido de culpa más es la aportación social. Lo vemos en la religión al adoptar con mayor facilidad a personas que han tocado fondo. No generalizo, el hospital Muguerza surgió a raíz de una necesidad de una mejor atención en el servicio médico de la región, y eso solo hasta que la hija de su fundador sufrió las consecuencias de ese mal servicio.
Cuando un joven emprendedor comienza su carrera sobre una idea genial, innovadora y de relevancia, piensa que los millones lo rondaran de la noche a la mañana. En algunas ocasiones es así, en la mayoría de los casos no. Las fortunas por lo general se logran con toda una vida de esfuerzo, no se regalan. Es lo que sucedió con las fortunas de los fundadores de Cervecería Cuauhtémoc. No solo fue esa empresa la que les dio capital, sino toda una serie de industrias en las que no tenían el más mínimo conocimiento; los Rivero, los Calderón y los Garza eran comerciantes y se adentraron a la industria apostándole al capital de riesgo.
La historia la cuentan los vencedores y en la industria de Monterrey solo se cuentan los logros y no los fracasos. Con el tiempo nos hemos enterado de las industrias que sobresalieron pero no nos cuentan que para llegar a ello debieron de fracasar en muchas ocasiones. Lo vemos en el 36 en el conflicto con Cárdenas donde los empresarios no tenían en tino para entablar problemas socio políticos y que sirvió para que en el futuro se prepararan en el tema, partiendo de que mientras más errores cometas, más factible es aprender y en este caso sobresalir.
Pero el deber ser por lógica muchas de las veces se rompe por aquellos que no lucharon desde cero, aquellos que pensaron hacer fortuna en base al trabajo, en base al riesgo, se ve opacado por los herederos que nacieron con la fortuna y que nunca valoraron el esfuerzo de sus ascendientes.
A falta de ese valor quisieron sobresalir en la sociedad pisoteando a sus semejantes sin importar las sangres. Lo vemos en la anterior aportación con los Garza Delgado, en este caso Roberto que en contubernio con Santander “despojo” de gran parte gran de la herencia a las hermanas Garza Delgado.
Menciono el contubernio debido a que no se unió a la denuncia colectiva de sus hermanas para contra Santander.
Ahora bien, las hermanas denunciaron penalmente al médico Rodolfo Sergio Leal Paul quien es amigo de Roberto Garza Delgado y quien trato en sus últimos días a don Roberto Garza Sada jr. El medico Rodolfo Leal se desempeñó como jefe de Medicina Preventiva de la clínica Nova.
En la denuncia presentada por las hermanas Garza Delgado exigieron a las autoridades esclarecer la muerte de su padre mismo que fue muy repentina y extraña, y también solicitaban la exhumación del cuerpo debido a que diariamente antes de su muerte le estaban administrando 37 medicamentos diarios.
A lo anterior las hermanas Garza Delgado giraron oficios a la Secretaria de Hacienda para que aportara a la fiscalía información concerniente al enriquecimiento repentino del médico amigo de su hermano, Rodolfo Sergio Leal Paul, quien en el año de la muerte de Garza Sada Jr., se vio incrementado de forma extraña su nivel de vida.
También acusaron a José Luis Farías Montemayor, notario público 120 quien aparentemente modifico con Roberto Garza Delgado el juicio sucesorio de su padre desapareciendo 200 millones de dólares en propiedades y títulos de empresas varias. Esto aunado a los mil millones concerniente al tema de las acciones de Alfa.
En un principio Santander se negaba a mostrar las entradas y salidas del fideicomiso de Roberto Garza Sada Jr. ante el ministerio público alegando la ley del secreto bancario, sobre todo ya que si bien las hermanas eran las beneficiadas, no eran las albaceas de la fortuna. Es debido al secreto bancario que el MP recurrió ante la Comisión Bancaria y de Valores para que le exigiera a Santander dichos documentos.
Quizás al momento de cometer el “robo” pensaron que con la ley de secreto bancario las hermanas no podrían llegar a mucho pero la situación se complicó al ir estas incluso contra los accionistas mayoritarios de Santander en España.
Pero ¿Dónde quedaron las acciones de Alfa?
El proceso legal transcurrió de la siguiente manera.
Las hermanas denuncian la desaparición de la mayoría de las acciones pero al no tener poder sobre los documentos pero si de la herencia, es de esa manera que acceden a los detalles del fideicomiso.
Roberto Garza Delgado no entra a la demanda colectiva contra Santander ya que él es el albacea de dicho fideicomiso por lo que al ausentarse por obvias razones tiene culpa, pero al aceptar la demanda colectiva su fachada de modificación del testamento de la fortuna saldría a la luz.
Es debido a esto que las hermanas van por Santander y no directamente contra su hermano. Contra Roberto Garza Delgado van por el asunto de los 200 millones de dólares en bienes y títulos empresariales ya que en apariencia modifico el documento con el notario 120 José Luis Farías Montemayor., de ahí que solicitaran que el albacea de dicha fortuna fuera Antonio Barceló.
Al obtener las hermanas el poder otorgado por un juez, Roberto Garza Delgado mete un recurso de amparo quedando la situación a como estaba desde un principio.
Las influencias de Roberto Garza Delgado por hostigar a sus hermanas trascendieron fronteras como estas lo hicieron para con España. Resulta que Roberto compro a un ex agente de la DEA para que declarara contra una de las hermanas y su esposo ante el gobierno de Estados Unidos para que procediera este a cancelarles la visa. El ex agente confeso, había recibido a cambio del favor viajes en aviones privados a diversos destinos.
Si Santander gana la denuncia de las hermanas Garza Delgado, su única salida es ir contra su director fiduciario, pero este podría declararse inocente al recibir papeles totalmente legales; recordemos que para proceder con la baja de las acciones del fideicomiso, solo tienen sustento si el notario público presenta las modificaciones correspondientes, pero, ¿cómo modificar un documento de una persona ya fallecida, en este caso Roberto Garza Sada Jr.?
Es de esta manera en la que el MP puede canalizar la denuncia para con Roberto y el director fiduciario, el notario público, e inclusive el mismo Santander. Bien sabemos que desaparecer mil millones de dólares de las bóvedas de Santander sonaría incluso en España; no sería un tema meramente del director fiduciario local.
Cuando cualquier persona hace un retiro fuerte en caja bancaria, el cajero por lo general solicita la autorización del gerente del banco. En este caso con un monto tan grande del fideicomiso, lo más sano es que el director fiduciario debió de ser supervisado por el director de Santander México.
El ministerio público puede rastrear donde quedaron tanto los fondos como las acciones pero al hacer perdidizos Santander los movimientos, y al no resolverse la denuncia contra Roberto y el notario público 120, todo queda en un limbo.
Pero con buena fe pueden disponer si no bien del rastreo de los fondos, si donde quedaron las acciones y Alfa puede responder a ello, a menos de que exista una colusión.
En el anterior aporte mencione que se le descubrió capitales invertidos en paraísos fiscales a Dionisio Garza Medina. Dionisio sale de Alfa en 2010 y meses después muere Roberto Garza Sada Jr. en “circunstancias extrañas” como refieren las hermanas Garza Delgado.
Roberto Garza Delgado trabajo en Alfa como director de finanzas en los 90´s. Recordemos que Dionisio tomo el liderazgo de Alfa en 1994.
Como director de finanzas Roberto Garza Delgado se auto adjudico Selther, una empresa del Grupo Versax, subsidiaria del Grupo Industrial Alfa.
La medida lo obligo a salirse de la empresa al tener conflicto de intereses con las demás familias al aprovecharse de tal medida. Dicha maniobra solo pudo ser posible bajo la autorización de Dionisio Garza Medina, entonces CEO del grupo.
De los millones de acciones desaparecidas indudablemente Alfa sabia de su paradero, ya que debería de depositar los dividendos correspondientes a estas anualmente. La pregunta es, ¿desaparecieron del fideicomiso tras la muerte de Roberto Garza Sada Jr., o antes? ¿La fortuna fue a parar a un paraíso fiscal o se invirtió? ¿Desaparecieron las acciones antes de la salida de Dionisio Garza Medina de Alfa o después?
Continuara…