Capítulo 4. Papel moneda.

El origen natural de las cosas nos remonta al linaje de dos personajes, uno enigmático y otro aventurero. Estamos hablando de Francisco G. Sada quien tuvo a 17 hijos y a Benjamín Salinas quien tuvo a 4.

 

Ya conocemos la historia de Benjamín Salinas debido al aporte de CEO Crónicas.

 

De Francisco G. Sada sabemos de su paso por Cervecería Cuauhtémoc; hijo de Francisco Sada Gómez, tuvo a algunos de las importantes cabecillas en Cervecería como Luis G. Sada. El más sobresaliente de sus hijos respondía al nombre de Roberto G. Sada García.

 

Roberto G. Sada comienza a laborar en Vidriera Monterrey cuando era liderada por su tío Isaac Garza, incluso fue el joven Roberto quien le pidió directamente trabajo.

 

Al paso del tiempo Roberto G. Sada se hizo del control de vidriera tomando así uno de los brazos fuertes de la industria regiomontana, el vidrio.

 

Recordemos que el conflicto de 1936 fue iniciado precisamente por una huelga en los adentros de vidriera por el asunto de los sindicatos.

 

Del matrimonio de Roberto G. Sada y Mercedes Treviño García surge Adrián, Lydia y Roberto G. Sada Treviño.

 

Adrián Sada lidero Fabricación de Máquinas (FAMA), una empresa filial de Vidriera la cual se encargaba de diseñar y fabricar maquinara relacionada a la industria del vidrio.

 

Lydia se enfocó a vivir la vida y disfrutar de la cultura global, un aspecto muy recurrente en las mujeres de la época que provienen de familias acaudaladas. Lo vimos también con Margara Garza Sada, hija de Roberto Garza Sada y quien se casó como ya lo hemos mencionado anteriormente con Alberto Fernández Ruiloba (PYOSA, PAN).

 

Mientras Adrián administraba FAMA, su hermano Roberto lideraba 25 compañías. El padre de ambos le había dado más poder a Roberto debido a su alta capacidad para la administración.

 

Estaba más que acordado que la fortuna de Roberto G. Sada el magnate del vidrio mexicano, iba a pasar a sus hijos por partes iguales.

 

Roberto G. Sada Treviño en uno de sus viajes de placer en Cancún término ahogado en 1972 por lo que la historia de los G. Sada cambio por completo, e incluso la de la industria del ramo que comenzó una decadencia lenta bajo la administración de Adrián.

 

Para esto Roberto G. Sada Treviño se había casado con Irma Salinas Rocha, hija de Benjamín Salinas. El matrimonio tuvo a 8: Mónica, Cristina, Raquel, Roberto, Lorena, Pablo, Irma y Jaime Sada Salinas.

 

Tras la muerte de Roberto G. Sada Treviño Irma se casa con Abraham Alfaro Díaz, un tipo con el que había mantenido una relación por 15 años y quien era protestante. Recordemos que por el lado de Irma que si bien se casó por medio de la iglesia católica, su familia fue parte fundadora del protestantismo en el norte de México.

 

Existen dos versiones de cómo surgió el conflicto en la familia. Una menciona que Irma Salinas se casó con Abraham para que no la ingresaran a un manicomio debido a su relación que no era aprobada por los G. Sada. Otra versión de la desaprobación de Roberto G. Sada, se debía a la supuesta integración de Abraham en las filas del consejo de administración de Salinas & Rocha.

 

Tras la muerte de su esposo el padre de este Roberto G. Sada, se sintió decepcionado de su nuera al juntarse con Abraham.

 

Los hermanos de Roberto, Lydia y Adrián, dejaron de hablarle a su cuñada por 3 años debido a esa relación, y supuestamente influenciaron en sus hijos para que estos la ingresaran al manicomio debido a su relación con Abraham.

 

Pero lo prometido era deuda, la tercera parte de la fortuna de Roberto G. Sada padre que iba a pasar a su hijo tras su muerte, seria dirigida a su nuera y nietos. Todo cambio cuando Irma se juntó con Abraham.

 

Aparentemente debido ya sea por esa relación, o debido a que Irma trato de meter al consejo de Salinas & Rocha a Abraham, su suegro pensó que en un futuro el ahora esposo de Irma quizás con la fortuna heredada podría influir en sus empresas y en su carácter de católico conservador, no iba a permitir que un protestante administrara su fortuna ya que el muriera.

 

Roberto hijo muere en Cancún en 1972. Irma se casa en 1973. Roberto G. Sada muere en 1976.

 

La herencia de Roberto hijo paso en su totalidad a sus descendientes e Irma, eso no está en discusión, lo que si esta es la herencia de Roberto padre quien muere en 1976.

 

Aparentemente Roberto padre le encargo a su hijo Adrián que salvaguardara la parte de la herencia que les tocaba a Irma e hijos debido a sus reservas por el matrimonio de su nuera con Abraham.

 

El libro Nostro Grupo iba a ser publicado en 1978 tras la publicación de Tal Cual, libro también de Irma Salinas donde explica a detalle su relación con Abraham confesando su infidelidad por 15 años.

 

Días antes de la publicación del libro “Nostro Grupo”, alrededor de 30 policías ingresaron a la imprenta donde se realizaba el mismo. En el lugar confiscaron 15 mil ejemplares, los tipos, los contratos, el manuscrito original y arrestaron al impresor.

 

Por otro lado en la Del Valle ingresaron a la casa de Irma Salinas Rocha una docena de agentes federales donde confiscaron una libreta de direcciones, otra de números telefónicos, varias cartas personales, un cheque personal y unas 20 copias de Nostro Grupo. A su vez en el centro de la ciudad en una librería hicieron las confiscaciones correspondientes.

 

Era el comienzo de la persecución contra Irma Salinas Rocha.

 

El agente que realizo el operativo menciono que formulo los cargos ya que el libro atacaba la moral, la paz pública y dañaba derechos de terceros.

 

Dos semanas más tarde el 16 de febrero de 1978 se anunció que Nostro Grupo había sido confiscado “por haber sido introducido ilegalmente en el país, ya que no estaba legalmente registrado ya que Irma Salinas no había pagado los derechos de aduana correspondientes”.

 

Posteriormente el Ministerio Publico hizo una declaración sobre los allanamientos mencionando que: “El libro es básicamente inmoral, pues básicamente pervierte el acto del amor”.

 

El impresor había puesto en el libro la leyenda “Impreso en España” para no tener represalias con el Grupo Monterrey, así que eso le daba otra excusa a los agentes para confiscare el libro, ya que afirmaban, había ingresado al país de manera ilegal al no pagar los impuestos correspondientes. Lo extraño era que en una imprenta local se encontraban la mayoría de los libros y el manuscrito original, y no en una librería que pudiese hacer esa importación.

 

Jesús Treviño Faz era el abogado de Irma Salinas Rocha. Recordemos que Treviño Faz posteriormente defendió al comerciante Enrique Bardawill a quien le cometieron fraude por 3 millones de dólares la casa de cambio Azteca, la cual era defendida por Leopoldo del Real quien mando golpear y quebrarle una mano a Treviño Faz. Fue precisamente el tema de ese fraude lo que interrumpió la carrera delictiva de Polo del Real al salir del país a los Estados Unidos para librar a la justicia.

 

Jesús Treviño Faz se refería sobre el tema de Nostro Grupo mencionando: “Si fuese hombre ya la hubieran matado, el hombre es un cazador pero no mata a mujeres.”

 

Irma Salinas Rocha comenzó a recibir amenazas tras la salida frustrada de Nostro Grupo. Un hijo de ella fue amenazado con sacarle los ojos. El infante apenas contaba con años de edad. También en alguna ocasión se presentaron en el colegio del niño preguntando por él. Por si fuera poco, un asesino a sueldo de la época estaciono su coche afuera de la vivienda de Irma Salinas durante 3 semanas sin que las autoridades hicieran algo al respecto. Los teléfonos estaban intervenidos y todas y cada una de las visitas a la residencia de Rocha Salinas, era seguida después de visitarla.

 

Dos semanas después de las intervenciones en su domicilio y en la imprenta, Irma Salinas Rocha pidió asilo en el consulado de los Estados Unidos en Monterrey. La noticia se esparció tan pronto que todas las medidas de intimidación desaparecieron. Los americanos no le concedieron el asilo pero su visita al consulado termino por parar la persecución, que aunque no esté confirmado, quizás el consulado intervino en el gobierno mexicano para que detuvieran la intimidación.

 

Nostro Grupo fue escrito por Irma Salinas Rocha en represalia por la desaparición de la herencia que les tocaba a sus hijos de su abuelo Roberto G. Sada. La idea de Tal Cual era advertir el advenimiento de Nostro Grupo para que sus hijos recibieran dicha herencia. Si en Tal Cual Irma Salinas se expuso sin miramientos, al salir Nostro Grupo ya advertido el Grupo Monterrey los expondría, afirmando la teoría de que tanto Roberto Garza Sada y Roberto G. Sada, habían conspirado para asesinar a Eugenio Garza Sada.

 

Irma Salinas advirtió que la última prueba al respecto la sacaría a la luz pública en caso de que su situación legal llegase a juicio. Por esta razón quizás nunca se le acuso de difamación, aunque parte de los afectados ya habían fallecido al día de la publicación.

 

La desaparición de la herencia de un tercio de la fortuna de Roberto G. Sada en apariencia era responsabilidad de Lydia y Adrián Sada Treviño. El despojo pasaba de los mil millones de pesos.

 

Irma Salinas no estaba desamparada ya que en esa época poseía el 10% de Salinas & Rocha. Tanto Irma como Roberto G. Sada hijo, poseían un velero de 62 pies, un catamarán, un avión de 16 pasajeros con aeropuerto privado así como una casa en Acapulco. Los hijos de Irma contaban con 250 mil dólares en acciones más 4 millones de dólares para cada uno de ellos en caso de que Irma falleciera, lo anterior como parte de su participación en Salinas & Rocha.

 

Adrián Sada Treviño gasto 4 mil dólares mensuales para intervenir sus teléfonos así como para el pago de guardias que estuvieran al tanto en caso de que su esposo Abraham se pusiera agresivo para rescatarla; esto en referencia de que Abraham tenía problemas con la bebida.

 

Según las cláusulas de la herencia de Roberto G. Sada padre, cada uno de los 8 hijos de Irma debieron de recibir 5.6 millones de dólares, pero recibieron tan solo 115 mil. Es por ese motivo que escribe Tal Cual.

 

En el espacio de aislamiento de sus cuñados para con ella de tres años tras la muerte de su hermano Roberto, manipularon los cuñados a sus sobrinos para que Irma fuese internada en un manicomio a raíz de los “amoríos con el pastor”, motivo por el cual Irma decide casarse con el tipo al año de la muerte de su esposo para así evitar al nosocomio.

 

Supuestamente tras la muerte de Roberto G. Sada, su hija Lydia entro a su despacho de donde sustrajo los certificados de las acciones de las diversas empresas de las que contaba su padre, dejando a los hijos de Irma con un faltante de 44 millones de dólares.

 

Al respecto una comisión entre familiares y amigos se formó para tomar parte llegando a dos conclusiones. En primera que no existía evidencia de que tanto Adrián como Lydia hubiesen robado dichas acciones y en segunda, que existía evidencia con respecto al que el testamento no había sido correctamente ejecutado.

 

Muy poca gente creía la teoría del asesinato de Irma Salinas para con Eugenio Garza Sada, pero las represalias contra su persona indicaban que algo había de cierto en el tema. Lo cierto es que a pesar de la confiscación del libro, nunca hubo demanda alguna contra Irma Salinas por difamación.

 

Como parte de la persecución el abogado de Irma Salinas Rocha al circular por Constitución fue seguido por patrulleros de San Pedro quienes le hicieron el alto. Al negarse debido a que no se encontraban en su jurisdicción comenzó una persecución a balazos. Posteriormente los oficiales pidieron apoyo de la policía regiomontana quienes sometieron a punta de pistola a Jesús Treviño Faz en las cercanías de la catedral, quebrándole algunas costillas y propinándole golpes en el rostro que lo llevaron a una intervención quirúrgica.

 

En marzo del 2016 falleció a sus 99 años de edad Lydia Sada Treviño. A lo largo de su vida se convirtió en la mayor coleccionista de arte de América Latina. Sus contribuciones al arte y la cultura la llevaron a ser recordada como la mecenas cultural más importante de la república.

 

Del matrimonio de Roberto G. Sada con Mercedes Treviño García, surgen los hijos Lydia, Roberto y Adrián Sada Treviño.

 

Del matrimonio de Adrián Sada Treviño y de María Nelly González Villarreal, surge María Nelly Sada González.

 

Del matrimonio de María Nelly Sada González con Andrés Yarte Cantú, surge Andrés, Jorge y Rodrigo Yarte Sada.

 

Esta historia comienza en 1971, un año antes de la muerte de Roberto G. Sada hijo. Su hermano, Adrián, compra 80 hectáreas en la zona de Colorines San Pedro Garza García. Esta se encuentra ubicada en las cercanías del Cerro de la Corona en los patios de Alfa, al norte de Chipinque y al poniente de la antigua Hacienda de San Agustín.

 

Las 80 hectáreas fueron repartidas en vida por Adrián Sada Treviño a sus 4 hijos: Adrián, Federico, Alejandra, así como María Nelly Sada González.

 

Nelly en 1986 recibe su parte de los terrenos donados en vida por su padre. Otra parte de los terrenos que le correspondían fueron otorgados en el 2001, así como en 2006.

 

Desde el año 2000, Nelly disuelve el régimen de sociedad conyugal con su esposo Andrés Yarte.

 

En 2006 Nelly descubre un fraude que se está efectuando por 29 mil metros cuadrados de los terrenos otorgados en 1986 por su padre. Los metros en disputa tienen un valor aproximado de 43.5 millones de dólares y son sus hijos los que intentan apoderarse del terreno.

 

El intento de despojo comienza desde 1995, cuando los tres hermanos Andrés, Jorge y Rodrigo, falsifican la firma de su madre para apropiarse de dicho terreno.

 

Nelly se había dado cuenta de dicho fraude en la última otorgación de terrenos ocurrida en 2006. Para esto sabemos que ya tenía diferencias con respecto a su patrimonio al disolver el régimen de sociedad conyugal con Yarte en el 2000.

 

En 2008 muere el padre de Nelly, Adrián Sada Treviño. En su sepelio ocurrido el 14 de octubre asisten reconocidos empresarios como Dionisio Garza Medina y Roberto Garza Delgado.

 

Tras darse cuenta del fraude en 2006, Nelly entabla una denuncia civil contra sus tres hijos en 2011, el cual comienza a tomar forma en febrero. En la demanda civil también es demandado el esposo de Nelly Andrés Yarte Cantú así como José Aseff Martínez, titular de la notaria publica número 42.

 

La demanda se realizó en el juzgado civil número 5 bajo el expediente 140/2013 que al 6 de enero del 2017 dejo de tener movimiento.

 

Es en el año 2013 cuando Nelly se separa de su esposo lo cual da motivo supongo, que se establezca la demanda contra él y sus hijos. Bien sabemos que Nelly se había dado cuenta del fraude desde el 2006.

 

La demanda civil se convirtió en penal en 2015.

 

El pasado miércoles 22 de noviembre el tribunal de lo penal del Primer Distrito Judicial dicto una resolución en el que se decreta una orden de aprehensión y detención contra sus hijos. Tanto Andrés, Jorge y Rodrigo promovieron un amparo para evitar la suspensión provisional de la orden de aprehensión.

 

Si bien la investigación de los medios no incluye al esposo de Nelly y el Notario Público 42, todo parece indicar que también aparecen como parte de la orden de aprehensión. Pero la orden de aprehensión contra el notario público 42 quizás no se formuló por el escándalo que representaría.

 

El problema de las diferencias independientemente de la falsificación de la firma de los hijos en 1996, proviene del manejo de los bienes y acciones de Vitro que en nombre de su esposa, Andrés Yarte Cantú controlo.

 

Si Andrés Yarte Cantú manejo los bienes y acciones de Nelly se convirtió en apoderado de su esposa, es quizás debido a ello el motivo del porque Nelly también lo demanda así como al notario público. Aun si la firma fuese la real o no, la persona firmante debió de presentarse ante el notario a menos de que otorgase un poder, en este caso a su esposo.

 

Los peritos de la procuraduría habían determinado que la firma de Nelly Sada González plasmada en el documento que les otorgaban los 29 mil metros a sus hijos, era falsa.

 

Todo era cuestión de tiempo para que el conflicto familiar se resolviese ya sea por un acuerdo, o un buen rato de estadía en la cárcel.

 

 

Continuara.